El ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, dijo que comunicó a su homólogo chino, Wang Yi, la preocupación de Turquía por el trato a la etnia uigur durante las conversaciones mantenidas en Pekín.
“Transmitimos nuestros puntos de vista, expectativas y sensibilidades respecto a los temas de nuestra agenda, especialmente los turcos uigures”. dijo Cavusoglu tras las conversaciones mantenidas el 12 de enero, y añadió que ambas partes también discutieron la cooperación económica.
El gobierno chino ha sido acusado de establecer una red de campos de detención que retiene a más de un millón de uigures y otros grupos étnicos musulmanes en la región noroccidental de Xinjiang.
Estados Unidos y muchos grupos de derechos han alegado que Pekín está llevando a cabo un genocidio contra los uigures. China niega los abusos en Xinjiang y dice que está “reeducando” a los uigures para evitar el islamismo radical y el terrorismo.
La cuestión es delicada para Turquía porque los uigures turcos comparten conexiones étnicas, religiosas y lingüísticas que constituyen un problema político interno entre los nacionalistas y conservadores turcos.
Sin embargo, el presidente turco Tayyip Erdogan ha sido acusado de guardar silencio sobre la difícil situación de los uigures debido a los vínculos económicos y otros intereses con la segunda economía del mundo.
En julio, Erdogan mantuvo una llamada telefónica con su homólogo chino Xi Jinping en la que dijo que era importante que los uigures vivieran en paz como “ciudadanos iguales de China”, pero que Turquía respetaba la soberanía nacional de China.
Se calcula que 50.000 uigures viven en Turquía, la mayor diáspora fuera de Asia Central.