Los líderes de la UE no tendrán buenas noticias para Ucrania sobre el veto petrolero de Rusia la próxima semana, en medio de la confusión sobre lo que realmente quiere Hungría.
“No debemos quedarnos mirando la cumbre”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la prensa en Davos el martes (24 de mayo), refiriéndose a una reunión especial de los líderes de la UE sobre Ucrania en Bruselas la próxima semana.
“No creo que esta [the Russia oil embargo] sea un tema que se decida en el Consejo”, añadió.
Von der Leyen propuso formalmente la prohibición del petróleo el 3 de mayo.
La propuesta cuenta con el apoyo de Alemania y con el de los países del centro y el este de la UE.
Pero miles de millones de euros del petróleo siguen llegando a las arcas del presidente ruso Vladimir Putin, entre otras cosas porque el primer ministro húngaro Viktor Orbán ha ejercido su veto para decir que no.
Orbán volvió a hacer sonar su veto el martes en una carta, filtrada al FT, dirigida al presidente de la cumbre de la UE, Charles Michel, en la que advertía de que sería “contraproducente” hablar del petróleo en la reunión de la próxima semana.
“Primero las soluciones, [Russia] sanciones después”, dijo también ese mismo día en Bruselas su ministra de Justicia, Judit Varga, refiriéndose a las soluciones a las objeciones de Hungría.
El embargo de petróleo debía ser la joya de la corona de las nuevas sanciones de la UE a Rusia.
Y una cumbre especial sobre Ucrania con el fiasco del petróleo en el aire corre el riesgo de dar una victoria propagandística a Rusia.
“Parece que la UE ha llegado a su límite [on sanctions unity]. Es una pena, porque la energía es lo que sí importa y puede afectar a la malvada aventura de Putin en Ucrania”, dijo Kostiantyn Yelisieiev, ex embajador de Ucrania en la UE, a novedades24 desde Kiev.
Pero aunque es raro que los diplomáticos de la UE abandonen las negociaciones previas a la cumbre una semana entera antes de la fecha límite, ése parecía ser el estado de ánimo en la capital de la UE.
La carta de Orbán a Michel “atascó las tuberías” y “dejó poco espacio para el optimismo”, dijo el martes un diplomático de la UE.
“Empieza a parecer una cumbre intermedia, antes de llegar a junio”, añadió.
Era difícil saber si Orbán quería más dinero de la UE, un pase libre en su abuso del estado de derecho en Hungría, o si estaba retrasando las sanciones debidas como un favor para Putin, con quien Orbán tiene lazos de amistad, dijo el diplomático.
“O todo lo anterior”, dijo.
“Creo que [Orbán] quiere que la UE desbloquee los fondos de recuperación y/o congele las sanciones del artículo 7”, dijo un segundo diplomático de la UE, en referencia a las sanciones de la UE por abuso del Estado de Derecho.
“En otras palabras, quiere que Bruselas se vaya a la mierda o, al menos, que pague, y si esas son sus expectativas, no es probable que se hagan realidad”, dijo el diplomático.
El sexto paquete de sanciones de la UE incluye la prohibición del banco más rico de Rusia, así como listas negras de alto perfil.
Además de mantener el flujo de dinero de Putin, el veto de Orbán también está retrasando las medidas vinculadas de la UE para ayudar a los activistas pro-democracia en Bielorrusia.
En el pasado, el líder húngaro ha vetado sistemáticamente las críticas de la UE a Israel y las declaraciones a favor del colectivo LGBTI, al tiempo que se quejaba de las sanciones de la UE a Rusia.
Pero su posición sobre la prohibición del petróleo es su mayor táctica de veto en el Consejo hasta la fecha.
Hungría ya había indicado que quería 750 millones de euros por adelantado para dejar el petróleo ruso y otros 18.000 millones de euros más adelante en concepto de reparaciones a largo plazo.
La UE congeló al menos 7.000 millones de euros de los fondos de recuperación de Hungría tras la pandemia en la disputa por el Estado de Derecho.