Alrededor de una docena de californianos enfurecidos expresaron su ira y frustración por las elevadas facturas del gas durante una audiencia celebrada esta semana por la Comisión de Servicios Públicos de California.
Varios residentes del sur de California se quejaron el jueves a la agencia que supervisa los servicios públicos del estado sobre el poder de monopolio de Southern California Gas Co. y San Diego Gas & Electric, que dan servicio a unos 25 millones de clientes en la región.
Las empresas han culpado a la volatilidad en el precio al por mayor del gas natural por las tarifas más altas que se pasan a los consumidores. Pero las tarifas más altas siguen a los recientes aumentos de sueldo de los altos ejecutivos de la empresa.
Según los datos presentados en 2022 ante la Comisión del Mercado de Valores, Sempra Energy -la empresa matriz de SoCalGas y SDG&E- recompensó generosamente a sus ejecutivos. Aunque los ingresos netos bajaron en 2021, el consejero delegado Jeffrey W. Martin ganó casi 25 millones de dólares en compensación total ese año, por encima de los 23 millones de 2020 y los 20 millones de 2019. El director financiero Trevor I. Mihalik cobró más de 7 millones de dólares en 2021, y el presidente del grupo Kevin C. Sagara ganó más de 8 millones de dólares, ambos por encima del año anterior.
La fecha límite para que las empresas que cotizan en bolsa presenten las cifras de compensación para 2022 es el 1 de mayo y no se harán públicas hasta finales de este año.
Los dirigentes de Sempra no son ni mucho menos los únicos ejecutivos de las empresas estadounidenses que han visto incrementadas sus retribuciones a medida que los consumidores pagaban más por sus productos o servicios o soportaban los despidos y las bajas laborales provocados por la pandemia.
Mientras que la compensación de los ejecutivos aumentó, la compañía obtuvo un ingreso neto de $ 1,34 mil millones en 2021, por debajo de $ 4,17 mil millones en 2020 y $ 1,86 mil millones en 2019, según otra presentación de la SEC.
Los aumentos de remuneración no acabaron ahí. Martin, Mihalik y Segara también han acumulado beneficios de pensiones a través del “Plan de Jubilación Ejecutiva Suplementaria” de la compañía por un total de casi 60 millones de dólares.
En total, las obligaciones de la empresa con los tres ejecutivos a finales de 2021 ascendían a unos 100 millones de dólares.
Si eso suena como una gran cifra, lo es. Eso sería suficiente para pagar el reembolso del crédito climático – alrededor de 50 dólares – para 2 millones de hogares, o alrededor de un tercio de los contadores de gas natural de la compañía en el sur de California.
Dicho de otro modo, eso podría cubrir un reembolso de 500 dólares para 200.000 hogares que luchan con el mayor coste del gas. Si se distribuyeran también los 1.340 millones de dólares de beneficios netos de la empresa, casi 3 millones de hogares recibirían un reembolso de 500 dólares cada uno.
Se espera que las facturas de gas empiecen a bajar pronto, ya que SoCalGas anunció recientemente una disminución del 68% en los precios para febrero frente a enero. Los precios seguirán siendo significativamente más altos que hace un año.
En respuesta a las preguntas sobre la retribución, un portavoz de Sempra dijo en una declaración escrita que son los accionistas, y no los contribuyentes, quienes pagan a los ejecutivos. La retribución de los ejecutivos “se determina en función de criterios que figuran en documentos públicos y que incluyen factores como la seguridad pública, la seguridad de los empleados y la fiabilidad”, señalaron.
“Animamos a los consumidores que tengan problemas a que se pongan en contacto con su empresa de suministro local para buscar soluciones”, concluye el comunicado. La empresa se negó a decir si los ejecutivos se recortarían el sueldo este año a la luz de las dificultades de los clientes provocadas por el aumento de las tarifas.
Aunque la comisión votó por unanimidad acelerar el pago de un crédito anual de 50,77 dólares a los clientes de SoCalGas y de 43,40 dólares a los clientes de SDG&E, eso no apaciguó a una persona que llamó frustrada.
“Hace 61 grados en mi apartamento de Los Ángeles”, se quejó la mujer a la CPUC. Refiriéndose a los miembros de la comisión y a los ejecutivos del gas, añadió: “Estoy segura de que todos ustedes están cómodos”.