Estados Unidos ha instado a las autoridades de Bosnia-Herzegovina a que investiguen las ceremonias celebradas durante el fin de semana para conmemorar el prohibido Día de la República Srpska en la entidad del país dominada por los serbios.
Un portavoz del Departamento de Estado dijo el 11 de enero que Estados Unidos estaba “profundamente preocupado por los informes sobre el discurso de odio, la glorificación de los criminales de guerra y los incidentes provocativos dirigidos a los repatriados en la entidad de la República Srpska” durante las ceremonias.
“Instamos a las autoridades competentes a que investiguen estos incidentes sin demora y a que hagan rendir cuentas a los responsables”, dijo el portavoz.
La República Srpska celebró el 9 de enero lo que sus dirigentes llaman su fiesta del “día nacional”, pero que el máximo tribunal del país ha declarado inconstitucional.
La festividad marca la fecha en que en 1992 los serbios bosnios declararon su propio estado en Bosnia, desencadenando una guerra de cuatro años que mató a más de 100.000 personas y dejó a millones sin hogar.
El líder serbobosnio Milorad Dodik, representante serbio en la presidencia tripartita de Bosnia, presidió las celebraciones, que incluyeron una marcha de la policía armada por la principal ciudad serbobosnia de Banja Luka.
Dodik, que ha avivado la división política en el país balcánico amenazando repetidamente con retirarse de las instituciones estatales, fue sancionado la semana pasada por Washington por “actividades desestabilizadoras y corruptas e intentos de desmantelar” los acuerdos de paz de Dayton de 1995, con la mediación de Estados Unidos, que pusieron fin a la guerra.
Los acuerdos crearon dos entidades muy autónomas que comparten algunas instituciones comunes: La República Srpska y la Federación Bosnia-Croata. El país está gobernado y administrado según las líneas étnicas establecidas por el acuerdo, con un gobierno central débil y a menudo disfuncional.
Dodik ha descrito a Bosnia como “un experimento de la comunidad internacional” y un “país imposible e impuesto”. También ha dicho que la masacre de Srebrenica de 1995, en la que unos 8.000 hombres y niños musulmanes fueron masacrados por las fuerzas serbobosnias, “no tuvo lugar”.
Un día después de las ceremonias, la Unión Europea amenazó Republika Srpska con sanciones y una reducción de la ayuda si la situación en el país se deteriora.
El portavoz del Departamento de Estado también señaló que, mientras los diplomáticos chinos y rusos y los funcionarios de la vecina Serbia asistían a las ceremonias del Día de la República Srpska, Estados Unidos donó 96.000 dosis de la vacuna COVID-19 al gobierno central.