El gabinete húngaro ha aplazado inversiones por valor de 755.000 millones de forints (2.300 millones de dólares) para el próximo año con el fin de reducir el déficit presupuestario y reforzar sus finanzas, en medio de las advertencias del banco central sobre su disciplina fiscal.
El gobierno del primer ministro nacionalista Viktor Orban dijo que la medida era necesaria para reducir el déficit presupuestario de 2022 al 4,9% del producto interior bruto desde el 5,9% previsto anteriormente.
El presupuesto húngaro registró un déficit récord de 1 billón de forint (3.060 millones de dólares) el mes pasado, provocado por un fuerte aumento del gasto preelectoral, mientras los últimos sondeos de opinión muestran a la oposición unida ligeramente por delante del partido Fidesz de Orban en las elecciones generales del próximo año.
“Estimular el rendimiento de la economía húngara con inversiones públicas ya no es necesario en la misma medida”, dijo el Ministerio de Finanzas en un comunicado el 22 de diciembre.
Orban, que se enfrentará a unas elecciones muy reñidas por primera vez desde 2010, dijo que las medidas generarían fondos para financiar otras medidas, como una rebaja fiscal de 2.000 millones de dólares para las familias, la eliminación del impuesto sobre la renta para los que inician su carrera profesional y un mes más de pensiones el próximo año.