El jefe de la Comisión Europea y los nuevos dirigentes franceses de la UE han insistido en la necesidad de que Europa se implique mientras Rusia y Occidente siguen enfrentándose diplomáticamente por la posible amenaza de una escalada del conflicto en Ucrania.
La Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo el 7 de enero que “una cosa está clara: no hay solución sin Europa. Sea cual sea la solución, Europa tiene que participar”.
Estados Unidos y sus socios de la UE han intensificado las advertencias sobre las graves consecuencias que tendría la invasión de Ucrania por parte de Rusia, a medida que Moscú va acumulando tropas cerca de la frontera y exige garantías de seguridad contra la expansión de la OTAN hacia el este.
Von der Leyen dijo que la Unión Europea estaba “muy presente” en Ucrania, incluso a través de la concesión de miles de millones en ayuda financiera a Kiev y la dependencia del bloque de los envíos de gas natural ruso a través de Ucrania.
Hablando junto a von der Leyen, el presidente francés, Emmanuel Macron, dio la bienvenida a las conversaciones directas entre Estados Unidos y Rusia programadas para la próxima semana, pero subrayó que la “arquitectura de seguridad europea” estaba “en nuestras manos para construir.”
Francia asumió oficialmente la presidencia semestral y rotatoria de la Unión Europea a principios de enero.
Se dice que los líderes occidentales están trabajando en lo que han prometido son duras medidas financieras y otras medidas punitivas que se aplicarán si Rusia se intensifica militarmente contra Ucrania.
Macron dijo que “es bueno que haya discusiones entre Estados Unidos y Rusia” y añadió que “la coordinación entre los europeos y los estadounidenses es ejemplar en este asunto.”
Pero pidió que la Unión Europea mantenga sus propias conversaciones con Moscú.
“El diálogo no significa hacer concesiones”, añadió.
Los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN tienen previsto reunirse virtualmente el 7 de enero para coordinar los enfoques de los miembros hacia Rusia.
Funcionarios estadounidenses y rusos se reunirán en Ginebra el 10 de enero. A continuación, se celebrarán reuniones entre la OTAN y Rusia y la UE en las que el debate sobre la crisis de Ucrania ocupará un lugar destacado en el orden del día.