La República Checa intentará aliarse con otros países europeos para cambiar las condiciones del nuevo plan de inversión sostenible de la UE.
La Comisión de la UE presentó en la noche del 31 de diciembre su nuevo proyecto de directrices para las inversiones verdes.
Tras meses de debate y presión política, la Comisión decidió incluir la energía nuclear y el gas como inversiones “verdes”.
Tras el entusiasmo inicial, la República Checa señaló el martes (4 de enero) que quiere modificar estas normas.
“Nuestra principal tarea ahora es llegar a los Estados miembros de la UE con ideas afines e intentar […] negociar mejores condiciones que reflejen mejor nuestros intereses”, tuiteó el lunes el ministro de Industria, Jozef Sikela.
Reuters informó de que un requisito propuesto para tener un 30 por ciento de hidrógeno mezclado en el combustible de gas para las plantas de energía fue especialmente chocante, y una persona de la industria lo calificó de “demasiado estricto”.
Los Estados miembros de la UE pueden comentar el plan hasta el próximo miércoles (12 de enero), y la Comisión espera poder adoptar un texto definitivo a finales de mes.
Austria y Alemania han rechazado firmemente la propuesta, acusando al ejecutivo de la UE de “lavado verde”.
“Examinaremos el proyecto actual y ya hemos encargado un dictamen jurídico sobre la energía nuclear en la taxonomía. Si estos planes se aplican de esta manera, demandaremos”, ha dicho la ministra austriaca del clima, Leonore Gewessler.
Los países de la UE aún pueden rechazar la propuesta si consiguen formar una supermayoría de 15 en el consejo.
Sin embargo, las posibilidades de que se forme tal mayoría parecen escasas.
Pero la oposición a la inclusión del gas natural es amplia, y el gobierno alemán está dividido al respecto.
La propuesta “diluye la buena etiqueta de la sostenibilidad”, dijo el ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, en un comunicado, y añadió que no creía que el Gobierno alemán estuviera de acuerdo con ella.
Sin embargo, el ministro de Economía, Christian Lindner, del proempresarial FDP, celebró la inclusión del gas.
“Alemania necesita centrales eléctricas modernas de gas como tecnología de transición porque estamos eliminando el carbón y la energía nuclear”, declaró el domingo al periódico Süddeutsche Zeitung.
Sandrine Dixson-Declève, copresidenta del Club de Roma y miembro de la Plataforma consultiva de la Comisión sobre Finanzas Sostenibles, también respondió de forma despectiva, afirmando que en ningún caso se puede clasificar como “verde”.
“Los movimientos para etiquetar el gas natural como una actividad transitoria […] es completamente engañosa”, dijo.