Varios Estados miembros han activado planes de emergencia para mitigar las interrupciones del suministro de gas, en medio de la creciente preocupación por la posible escasez ante las exigencias de Moscú de pagar el gas en rublos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, confirmó el jueves (31 de marzo) que los países extranjeros tendrán que pagar el gas en la moneda rusa o se enfrentarán a cortes de suministro.
“Nadie nos vende nada gratis, y nosotros tampoco vamos a hacer caridad, es decir, los contratos existentes serán interrumpidos”, dijo Putin en un discurso televisado.
El presidente ruso firmó un decreto que obligará a los compradores de gas a “abrir cuentas en rublos en bancos rusos” para adquirir gas a partir del 1 de abril, una medida que pretende impulsar la moneda rusa tras las sanciones financieras impuestas a Moscú.
“Si no se realizan estos pagos, lo consideraremos un incumplimiento por parte de los compradores, con todas las consecuencias que ello conlleva”, advirtió Putin.
Los países industrializados del Grupo de los Siete (G7) y varios países de la UE han rechazado abiertamente el plan de gas por rublos, que consideran un incumplimiento de los contratos, a pesar de las amenazas de Rusia.
Pero la posible crisis que podría desencadenarse ha llevado a los países de la UE a tomar medidas de precaución.
Alemania y Austria, que dependen en gran medida de las importaciones de gas ruso, pusieron en marcha esta semana la “fase de alerta temprana” de sus planes de emergencia como primer paso para preparar al país ante una posible escasez. Letonia e Italia ya habían dado este paso.
Las importaciones rusas representaron cerca del 40% de la demanda de gas de la UE en 2021, un porcentaje que ha aumentado en los últimos años debido a la disminución de la producción nacional de gas en Europa.
En un esfuerzo por reducir la dependencia de la UE, el bloque de 27 países acordó compras conjuntas voluntarias de gas y requisitos mínimos de almacenamiento.
Los Estados miembros de la UE tendrán que garantizar que las instalaciones de almacenamiento alcancen un mínimo del 80% de su capacidad antes del próximo invierno, frente al actual nivel de capacidad del 26%.
La subdirectora de Energía de la Comisión Europea, Mechthild Wörsdörfer, dijo el jueves a los legisladores de la UE que el almacenamiento de gas era “fundamental” para la seguridad del suministro porque podía reducir la volatilidad del mercado y proporcionar estabilidad.
Pero señaló que la capacidad de almacenamiento de gas está distribuida de forma desigual en el bloque.
Dado que sólo 20 Estados miembros de la UE disponen de instalaciones de almacenamiento de gas, “es muy importante que haya un nivel de solidaridad”, dijo.
Aquellos que necesiten gas deberían poder extraerlo de los depósitos de otros Estados miembros a través de una red de gasoductos, según dijo la Comisión a principios de este mes cuando presentó la propuesta.