Los manifestantes que se oponen a las restricciones impuestas por el virus COVID-19 en Bulgaria se han enfrentado a la policía frente al edificio del Parlamento en Sofía, mientras el país registra un número récord de infecciones por el virus.
Los manifestantes pudieron romper el cordón policial en los disturbios del 12 de enero y llegar hasta las escaleras del parlamento antes de ser rechazados.
Ocho policías resultaron heridos, según el Ministerio del Interior.
Algunos manifestantes se dirigieron entonces al edificio del Consejo de Ministros y al Ministerio de Sanidad, pero fueron contenidos por la policía.
Alrededor de 1.000 simpatizantes del partido nacionalista Vasrazhdane (Renacimiento), que tiene 13 escaños en la cámara de 240 diputados, asistieron a la protesta.
Dijeron que permanecerían frente al parlamento hasta que se atendieran sus demandas de poner fin a las máscaras faciales obligatorias y a los llamados pases de vacunas verdes.
Las medidas antipandémicas exigen que los búlgaros muestren un pase sanitario que demuestre que están vacunados, que se han recuperado de la infección o que han dado negativo en la prueba de COVID-19 para entrar en lugares como restaurantes, cafeterías, centros comerciales y gimnasios.
También se exige a las personas que lleven máscaras en los lugares cerrados y en el transporte público.
Bulgaria es el país menos vacunado de los 27 miembros de la Unión Europea, con sólo un tercio de su población totalmente vacunada contra el COVID-19.
Para incentivar la vacunación, el nuevo gobierno centrista ha ofrecido 75 levs (43,59 dólares) a los pensionistas que se vacunen completamente o reciban un refuerzo.
Bulgaria está experimentando una quinta oleada de infecciones por coronavirus impulsada por la variante omicron, con un número de casos que alcanzó la cifra récord de 7.062 el 12 de enero.
El virus ha matado a 89 personas en las últimas 24 horas en el país, según las cifras oficiales.