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Metsola: La unión de seguridad y defensa de la UE debe “dar un paso adelante

El mundo está cambiando más rápido de lo que muchos creían posible. La irrupción de los tanques de Vladimir Putin en Ucrania el 24 de febrero de 2022 supuso un cambio en las arenas geopolíticas de Europa y del resto del mundo. Por un lado, la amenaza del Kremlin a nuestra paz nos ha unido y nos ha dado el valor de defender el proyecto basado en valores que la Unión Europea siempre debió ser. Por otro lado, nos ha hecho darnos cuenta de que la paz y la democracia no son un hecho y que nuestra arquitectura de seguridad está en juego.

Esta crisis ha obligado a nuestra unión a tomar medidas decisivas y sin precedentes para reducir nuestras dependencias y reforzar nuestra autonomía estratégica y nuestra capacidad de recuperación. El retorno de la guerra en nuestro continente ha acentuado la necesidad de crear una verdadera Unión Europea de Seguridad y Defensa.

Afortunadamente, muchos de los componentes básicos ya están en marcha. La Brújula Estratégica de Seguridad y Defensa de la UE, junto con el Análisis de los Déficits de Inversión en Defensa, constituyen una base sólida para fortificar nuestra arquitectura de seguridad y defensa de aquí a 2030. El aumento del gasto en defensa y de las inversiones en colaboración se dirigirá a los obstáculos estructurales, como la falta de inversión en defensa y las carencias industriales y de capacidades, que han debilitado persistentemente la defensa europea a lo largo de los años, y que se han puesto de manifiesto en el contexto actual.

Sin embargo, sigue siendo vital que pongamos en marcha acciones urgentes para reforzar la defensa europea a corto plazo. Establecer una Capacidad de Despliegue Rápido de la UE de hasta 5.000 efectivos, facilitar los ejercicios en vivo en tierra y mar, mejorar la movilidad militar en Europa y fuera de ella, diseñar misiones y operaciones de gestión de crisis más sólidas y desarrollar procesos de toma de decisiones más rápidos y flexibles son todos pasos en la dirección correcta.

A pesar de un comienzo algo lento y de la desigual velocidad de entrega por parte de algunos Estados miembros, la UE ha sido capaz de proporcionar una ayuda sin precedentes a Ucrania, que hasta octubre de 2022 ascendía a unos 3.100 millones de euros en equipamiento militar defensivo letal. A petición de Kiev, se complementará con una misión de formación de la UE para las fuerzas militares ucranianas, que abarcará cuestiones que van desde el apoyo médico hasta la ciberseguridad y la ciberdefensa.

Sin embargo, esto ha dado lugar a una necesidad apremiante de que los Estados miembros repongan sus existencias de capacidades militares clave. A tal efecto, es importante destacar que la mejora de la coordinación en materia de adquisiciones de defensa es fundamental para subsanar las carencias de capacidades. Para ello será necesario trabajar aún más estrechamente con la industria europea de defensa.

Además, será imperativo que adoptemos un enfoque holístico. Hemos hecho bien en prohibir las herramientas de propaganda del Kremlin. Sin embargo, sabemos que Rusia sigue armando la información e impulsando la desinformación y la desinformación. Por lo tanto, el refuerzo de las capacidades militares europeas debe completarse con la capacidad de la UE para reaccionar y contrarrestar la influencia maligna, así como para responder a los intentos de Rusia de convertir en armas los productos básicos. Nuestro enfoque en la construcción de capacidades más fuertes debe abarcar todo el espectro, desde la cibernética hasta la energía.

Si queremos crear una verdadera Unión Europea de Seguridad y Defensa, es crucial que los Estados miembros -incluida Alemania- estén en la misma línea. La puesta en práctica de la promesa del Canciller Olaf Scholz de aumentar el presupuesto de defensa de Alemania hasta el 2% del PIB y de invertir 100.000 millones de euros en adquisiciones de defensa supondría un importante impulso a los objetivos de la Brújula Estratégica, especialmente si se tiene en cuenta que la base industrial de defensa del país es capaz de ofrecer algunas capacidades únicas.

Al mismo tiempo, la guerra rusa contra Ucrania exige un cambio en las reservas históricas de Alemania y de algunas otras naciones europeas para desempeñar un papel destacado en la arquitectura de seguridad europea. Se necesitan nuevas soluciones para que los Estados miembros suministren a Ucrania armamento pesado, tanques y sistemas de defensa aérea, compartiendo los costes entre ellos.

Desde el principio hemos tenido claro que la política de defensa de la UE no está para competir con la OTAN, sino para complementarla. Los países u organizaciones que defienden los valores que sustentan nuestro modo de vida europeo, y el orden internacional basado en normas, no deben ser considerados como competidores, sino como aliados que se refuerzan mutuamente. Por eso debemos garantizar también las sinergias y la complementariedad entre la Brújula Estratégica y el recientemente adoptado Concepto Estratégico de la OTAN.

Estoy orgulloso de la firme respuesta de nuestra unión a la guerra no provocada e injustificada de Putin en Ucrania. Al adoptar varios paquetes de sanciones contundentes contra Rusia a una velocidad récord, sabemos que Putin y sus aliados ya están empezando a sentir el calor. Sin embargo, aún másdebe hacerse. La UE no tiene más remedio que aprender rápidamente las lecciones de esta terrible guerra. Al evaluar nuestro entorno estratégico, tenemos que actuar al unísono, con mayor coherencia y capacidad común para salvaguardar la vida en Europa, tal y como la conocemos. Para el Parlamento Europeo esto no es una cuestión, es una necesidad y una llamada a la acción. No tenemos más remedio que dar un paso adelante.

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