Polonia ha avanzado en el desbloqueo de los fondos de recuperación de Covid-19, dijo el viernes (18 de febrero) el primer ministro Mateusz Morawiecki tras reunirse con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La reunión de Morawiecki es otra señal de que Polonia y el ejecutivo de la UE podrían estar buscando una salida a la disputa por el Estado de Derecho que ha puesto en peligro miles de millones de euros de fondos de la UE para Polonia.
El aparente deshielo de las relaciones entre Bruselas y Varsovia se produce con el telón de fondo de las alarmantes provocaciones de Rusia, enemigo histórico de Polonia, contra Ucrania.
La comisión podría aprobar el plan de recuperación nacional del país “en las próximas semanas”, según el primer ministro polaco.
Un portavoz de la Comisión dijo tras las conversaciones que “el debate continuará”.
Los dos únicos planes nacionales que no han sido aprobados por la Comisión hasta el momento son el de Polonia (que asciende a 36.000 millones de euros) y el de Hungría, al que se han destinado 7.000 millones de euros.
El nuevo paso hacia la desescalada se produjo después de que el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) decidiera que la Comisión puede proponer la suspensión de los fondos de la UE para países como Polonia y Hungría que incumplen las normas y los valores de la UE.
Mientras que el primer ministro nacionalista húngaro, Viktor Orbán, que se enfrenta a las elecciones del 3 de abril, sigue siendo belicoso, el gobierno polaco, en el que la coalición gobernante se ha visto envuelta en una disputa interna sobre cómo tratar con la UE, ha tenido gestos conciliadores.
El partido gobernante de derechas Ley y Justicia (PiS) y el presidente Andrzej Duda, aliado del gobierno, han propuesto una legislación interna para tratar de poner fin al enfrentamiento con la UE.
Duda viajó a Bruselas la semana pasada para hablar con von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, sobre la legislación.
Los críticos advierten que las propuestas -para renovar la sala disciplinaria del Tribunal Supremo- no abordan el problema subyacente de la politización del poder judicial.
El máximo tribunal de la UE ha exigido que se disuelva la sala, y el pasado mes de octubre dictaminó que Polonia debe pagar una multa diaria de un millón de euros por mantenerla.
‘No falta mucho’
Mientras tanto, la Comisión dijo que “necesitaría dos o tres semanas” para actualizar las directrices sobre cómo aplicar el mecanismo de condicionalidad que suspende la financiación a los miembros que incumplen las normas, tras la sentencia del TJUE.
Las directrices, que han sido rechazadas por varios eurodiputados como una táctica dilatoria, son un requisito previo para poner en marcha el mecanismo, según la Comisión.
“No nos va a llevar mucho tiempo”, dijo a los periodistas un funcionario de la Comisión, que no estaba autorizado a hablar en público, en referencia a la preparación de las directrices.
La comisión declinó especular sobre cuánto dinero o qué fondos podrían suspenderse en caso de incumplimiento del Estado de Derecho.
Una vez que la Comisión envíe las cartas a los Estados miembros para poner en marcha el mecanismo, podrían pasar hasta nueve meses para que las medidas sean adoptadas, o rechazadas, por el consejo de los Estados miembros que tienen el trabajo final sobre la suspensión de fondos.