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Que la democracia de Taiwán brille más

La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, visitó Taiwán los días 2 y 3 de agosto, acompañada por cinco colegas clave del Congreso, entre ellos el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el presidente del Comité de Asuntos de Veteranos y el vicepresidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

De hecho, la presidenta Pelosi y los miembros de su delegación llevan mucho tiempo preocupados por el desarrollo de la democracia en Taiwán y la seguridad en la región del Indo-Pacífico.

  • La disputada isla de Taiwán, vista desde el espacio por la NASA (Foto: NASA/Wikimedia)

Esta visita a Taiwán subraya el alto nivel de apoyo bipartidista a las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán y Taiwán es sincero en su bienvenida a Pelosi y su delegación.

El artículo de opinión de la presidenta Pelosi en el Washington Post ilustra por qué este viaje a Taiwán es tan importante y deja clara la motivación que lo motiva.

Destaca que su visita a Taiwán fue para honrar su compromiso con la democracia, especialmente porque Taiwán fue clasificada por Freedom House como una de las democracias más libres del mundo.

En el artículo, también señala que Taiwán es líder en muchas áreas, como la respuesta a la pandemia del Covid-19, el apoyo a la conservación del medio ambiente y la acción climática, la promoción de la paz y la seguridad, el dinamismo económico, la innovación y la tecnología.

Ante la creciente amenaza de China a Taiwán, Pelosi afirma claramente que Estados Unidos debe reafirmar su compromiso con Taiwán en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán y no permitir nunca que ningún medio no pacífico determine el futuro de Taiwán.

En términos inequívocos, la presidenta Pelosi explica que Estados Unidos debe estar junto a Taiwán, la “Isla de la Resistencia”, para promover los intereses comunes de ambas partes, de modo que se respeten las libertades de Taiwán y de todas las sociedades democráticas.

En los últimos días, Taiwán ha protestado enérgicamente y ha condenado las amenazas irracionales e internacionalmente injustificables de China contra Taiwán, basadas en su oposición a la visita de Pelosi.

China está intentando presionar a la comunidad internacional para que abandone su apoyo a Taiwán mediante campañas de intimidación de alta intensidad y represalias ante imaginarios desaires.

Sin embargo, podemos ver que cuanta más presión ejerce China sobre Taiwán, más fuerte es la preocupación de la comunidad internacional por la seguridad a través del estrecho y más fuerte es su apoyo a Taiwán.

Apoyo de los eurodiputados y del G7

De hecho, el 3 de agosto, los ministros de Asuntos Exteriores de los países del G7 emitieron una declaración conjunta en la que reiteraban su apoyo a un orden internacional basado en normas y a la paz en el Estrecho de Taiwán, y argumentaban que las maniobras militares y la coerción económica de China contra Taiwán han creado tensiones y riesgos innecesarios en la región.

Asimismo, en los días transcurridos desde la visita de Pelosi, más de 30 eurodiputados se han pronunciado en apoyo de Pelosi y de Taiwán, entre ellos la vicepresidenta del Parlamento Europeo, Nicola Beer, que recientemente ha realizado su propia visita a Taiwán en julio, y ha subrayado que Europa no debe tardar en actuar en relación con Taiwán.

Michael Gahler, portavoz de asuntos exteriores del Partido Popular Europeo, declaró que los parlamentarios del mundo democrático deberían visitar Taiwán con regularidad para expresar su apoyo a una sociedad y un gobierno democráticos en Taiwán y, sobre todo, no aceptar la intimidación de los regímenes comunistas.

Asimismo, Reinhard Bütikofer, presidente de la delegación del Parlamento para las relaciones con China, también subrayó que las democracias deben unir sus esfuerzos contra la amenaza china y pidió que la política de la UE en Taiwán esté más atenta a las acciones chinas y coopere plenamente con Estados Unidos.

La República de China (Taiwán) es un país independiente y soberano. Taiwán nunca ha formado parte de la República Popular China.

El uso frecuente de la fuerza militar y la coerción económica por parte de China contra Taiwán no sólo es una amenaza para la seguridad de este estado insular, sino también para la estabilidad de la región del Indo-Pacífico en su conjunto.

Taiwán seguirá reforzando su capacidad de autodefensa y su resistencia económica, y afirmará su soberanía y seguridad, al tiempo que reforzará la cooperación con los países afines para defender un orden internacional basado en normas.

Como dijo Pelosi, Taiwán es una “isla de resistencia”. Esto seguirá siendo así. Taiwán seguirá esforzándose por ser una fuerza estabilizadora para la seguridad regional y seguirá manteniendo en alto la antorcha de la libertad y la democracia, como un faro, en primera línea contra el autoritarismo.

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