Para acelerar la transición mundial hacia vehículos sostenibles, Toyota propone sustituir simplemente el funcionamiento interno de los vehículos que ya circulan por las carreteras por tecnologías menos contaminantes, como pilas de combustible y motores eléctricos.
“No quiero dejar atrás a ningún amante de los coches”, dijo el viernes el presidente ejecutivo Akio Toyoda, al subir al escenario del Salón del Automóvil de Tokio, un evento del sector similar a los salones mundiales del automóvil.
El mensaje era claro: Toyota Motor Corp. quiere que el mundo sepa que no se ha quedado atrás en los vehículos eléctricos, como han insinuado algunos detractores.
El principal fabricante de automóviles de Japón, que también posee la marca de lujo Lexus, está destacando su influencia: tiene toda la tecnología, ingeniería, reservas financieras y experiencia en la industria necesarias para seguir siendo un poderoso competidor en vehículos ecológicos.
Toyoda dijo a los periodistas que se tardaría mucho tiempo en conseguir que todos los coches fueran de emisiones cero, ya que sólo representan una fracción de los vehículos vendidos. Cambiar los coches viejos para hacerlos ecológicos, o “reconvertirlos”, era una opción mejor, dijo.
Toyoda, nieto del fundador de la empresa y gran aficionado a las carreras, también esperaba acabar con el estereotipo de que los coches limpios no son tan divertidos como los normales.
En el stand de Toyota en Gazoo Racing, el fabricante del Prius híbrido y el Camry sedán mostró vídeos de sus triunfos en rallies mundiales, así como las versiones con batería eléctrica e hidrógeno de la serie Toyota AE86, incluido el Toyota Corolla Levin, para subrayar lo que Toyoda llamó su estrategia de “conversión”.
La industria automovilística está experimentando una transformación debido a la creciente preocupación por el cambio climático. A menudo se culpa a los fabricantes de automóviles como culpables.
Toyoda dice que los esfuerzos ecológicos de la industria automovilística empiezan a ser apreciados en muchos países, pero que él se siente menos apreciado en Japón.
Toyota ha dominado el sector con su tecnología híbrida, ejemplificada en el Prius, que tiene un motor eléctrico y otro de gasolina, que se alternan para ofrecer la conducción más eficiente. A menudo se ha considerado que esto refleja su reticencia a la electricidad total.
Los vehículos eléctricos de batería representan alrededor del 20% del mercado automovilístico, a pesar del revuelo que se ha montado en torno a empresas relativamente nuevas como Tesla e incluso Dyson. Europa sigue por delante de EE.UU. y Japón en la transición hacia la electricidad.
¿Es injusto calificar a los fabricantes japoneses de rezagados ecológicos?
Por un lado, la escasez de ciertos componentes, como el litio, podría hacer subir los precios de los VE, y los consumidores podrían quedarse con los híbridos, dice Matthias Schmidt, analista jefe de automóviles de Schmidt Automotive Research.
“Si estuviéramos en 2025 y nos hicieran la misma pregunta, yo diría que los OEM japoneses [original equipment manufacturers] han perdido el tren. Pero viendo que estamos en 2023, y que Toyota está iniciando su BEV [battery electric vehicle] su despliegue, es muy probable que lleguen justo a tiempo”, afirma.