Una serie de desafortunados acontecimientos llevaron a que la policía australiana se presentara en masa en un gimnasio de Muay Thai después de que se realizara una llamada de emergencia involuntaria a través de Siri hizo una llamada de emergencia involuntaria en el Apple Watch de un entrenador.
Por lo general, cuando un Apple Watch o Siri están involucrados en una historia que resulta en servicios de emergencia accidentales, la detección de caídas o alguna función algorítmica son los culpables. En este caso, parece que un conjunto improbable de coincidencias llevó a la policía a creer que se habían producido disparos en un gimnasio.
Según un informe de un sitio de noticias australiano, el entrenador de Muay Thai y boxeo, Jamie Alleyne, llamó accidentalmente a los servicios de emergencia a través de su Apple Watch. Estaba en medio del entrenamiento de alguien usando almohadillas de golpeo cuando su muñeca presionó la Corona Digital y activó Siri.
Sin embargo, no fue el SOS de emergencia ni la detección de caídas lo que realizó la llamada de emergencia. En su lugar, fue la voz de Jamie gritando “1-1-2” durante el entrenamiento para guiar al alumno.
Resulta que el 112 es un número alternativo de los servicios de emergencia en Australia. Siri marcó el número y el interviniente oyó a Jamie gritar “buen tiro” o “buen tiro”. Eso, probablemente acompañado por el fuerte impacto de la almohadilla de impacto al ser golpeada, llevó a quien respondió a la emergencia a decir que había disparos.
Los sensores avanzados y la tecnología vestible son habituales, pero los usuarios siguen descubriendo sus limitaciones y carencias. Aunque este incidente requirió bastantes coincidencias para que 15 policías armados se presentaran en un gimnasio, este tipo de falsas alarmas se están convirtiendo en algo habitual.