Alemania dejará de comprar carbón ruso el 1 de agosto y abandonará el petróleo ruso el 31 de diciembre, ya que el país pretende reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos.
El secretario de Estado de la Cancillería alemana, Jörg Kukies, declaró el miércoles (13 de julio) en el Foro de la Energía de Sidney que “dejaremos de comprar carbón ruso en unas semanas”.
El petróleo, admitió, será más difícil y requerirá más tiempo.
“Cualquiera que conozca la historia de la Druzhba [oil] oleoducto, que ya era una herramienta del imperio soviético sobre Europa del Este, deshacerse de esa dependencia no es un asunto trivial, pero es algo que conseguiremos en unos meses”, dijo Kukies.
En 2021, Rusia suministró a Alemania el 45% de su carbón, el 35% de su petróleo y el 55% de su gas natural.
Pero el principal reto para Europa será el gas debido a la falta de alternativas, según Kukies. “No podemos desear que el problema desaparezca”, dijo.
Alemania está desarrollando rápidamente terminales de importación de gas natural licuado (GNL) para ayudar a sustituir el gas ruso por tuberías. Según Kukies, Estados Unidos y Qatar podrían suministrar 30.000 millones de metros cúbicos a Europa.
Kukies, el sherpa del G7 y del G20 del canciller alemán Olaf Scholz, y los aliados del G7 también han trabajado para imponer nuevas medidas para golpear la economía rusa.
EE.UU. y otras naciones ricas del G7, entre ellas Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Japón, y la Unión Europea, acordaron estudiar la posibilidad de imponer un tope de precios al petróleo ruso.
La propuesta vincula los servicios financieros, los seguros y el transporte de petróleo a un techo de precios, y un transportista que quiera utilizar estos servicios debe comprometerse a un precio máximo establecido para el petróleo ruso.
Para conseguir apoyo para la medida, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, ha realizado esta semana una gira relámpago por Asia antes de la reunión de líderes financieros del G20 que se celebrará el viernes y el sábado en Bali.
El 12 de julio, Yellen y el ministro de finanzas japonés, Suzuki Shunichi, dijeron que ambos países habían acordado explorar “la viabilidad de los topes de precios cuando sea apropiado.”
Pero otros países, entre ellos Indonesia, han señalado su desacuerdo con las sanciones occidentales impuestas a Rusia, y en la última reunión del G20 en Washington, en abril, no se emitió ningún comunicado conjunto.