Big-Agri está presionando para que haya vacíos legales para mantener la cría de animales en jaulas

Tras años de movilización ciudadana y apoyo político a la próxima prohibición de las jaulas para animales de granja en la UE, los grupos de presión de la gran industria agroalimentaria piden ahora a la UE retrasos y lagunas que hagan que la nueva ley no sea efectiva en la práctica.

El jueves (13 de octubre) se celebra el Día Mundial sin Jaulas.

  • La eurodiputada Tilly Metz (izquierda): “en marzo de 2019, me encerré en una jaula en mi país, Luxemburgo, en protesta por el severo confinamiento de los animales de granja” (Foto: Tilly Metz MEP)

En toda la UE, cada año unos 300 millones de animales de granja son encerrados injustificadamente. Aproximadamente la mitad de las gallinas ponedoras y casi todos los conejos están enjaulados en el espacio de una hoja A4. La gran mayoría de las cerdas madre pasan la mitad de su corta vida dentro de jaulas o establos, en los que ni siquiera pueden darse la vuelta.

Enjaular a los animales es cruel y hay que acabar con ello.

Hace más de tres años, en marzo de 2019, me encerré en una jaula en mi país, Luxemburgo, en protesta por el severo confinamiento de los animales de granja.

Los activistas habían instalado puestos en una de las principales plazas de la ciudad para recoger firmas para la Iniciativa Ciudadana Europea “Poner fin a la era de las jaulas”, un instrumento oficial que permite a los europeos pedir una nueva legislación.

Los ciudadanos saben que las jaulas son crueles. La iniciativa “Poner fin a la era de las jaulas” reunió 1,4 millones de firmas de toda la UE. Fue la primera iniciativa con éxito para los animales de granja y sólo la sexta iniciativa con éxito desde que se lanzó esta herramienta de democracia directa hace más de 10 años.

Junto con los ciudadanos, muchos de mis colegas políticos han impulsado un cambio legislativo.

El año pasado, el Parlamento Europeo pidió la prohibición de todas las jaulas para animales de granja. En respuesta a la extraordinaria movilización pública y política, la Comisión Europea se comprometió en junio del año pasado a poner fin a este sufrimiento.

Desde el principio de la campaña “End the Cage Age”, la gran industria agroalimentaria atacó abiertamente el movimiento “sin jaulas”.

Denigraron a los activistas y los amenazaron con acciones legales. Los asesores de la industria atacaron la causa mediante contenidos pagados en los medios de comunicación y mensajes falsos.

Los grandes grupos de presión agrícolas piden ahora abiertamente a la Comisión Europea que cree lagunas para que sus terribles sistemas no tengan que cambiar.

En otras palabras: sufrimiento interminable para las madres de cerdos en jaulas, para las gallinas en jaulas diminutas, para los terneros recién nacidos en corrales aislados, etc.

Pedir retrasos y lagunas en la próxima propuesta de la UE es inaceptable. Esto crearía una brecha aún mayor entre lo que la legislación de la UE dice sobre el papel y lo que sucede con los animales de granja en la vida real.

Un año después de la promesa de la Comisión, y tres años después de que nosotros, más de un millón de europeos, firmáramos la Iniciativa Ciudadana Europea, seguimos esperando el cambio prometido para los animales de granja. Seguimos viendo un apoyo abrumador a la causa, ya sea por parte de los ciudadanos, los políticos o los científicos.

El cambio está ocurriendo. Y está ocurriendo ahora. La Comisión Europea debe mantenerse firme en sus compromisos y presentar un ambicioso proyecto de ley.

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