WASHINGTON – El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que una solución diplomática para disuadir una invasión rusa de Ucrania es “todavía posible”, pero advirtió que Occidente está listo para “responder con fuerza” si eso falla.
En su intervención en el Departamento de Estado en Washington el 7 de enero, antes de sus reuniones con aliados y funcionarios rusos para abordar la acumulación y la seguridad europea en general, Blinken arremetió contra el Kremlin, acusándolo de instigar la crisis a lo largo de la frontera de Ucrania en un intento de forjar una esfera de influencia.
Blinken dijo que Occidente acude a las conversaciones “comprometido con la diplomacia”, pero que no cederá en principios clave, como la política de puertas abiertas de la OTAN y el derecho de Ucrania a unirse a la alianza.
Rusia concentró unos 100.000 soldados cerca de su frontera con Ucrania y en Crimea a finales del otoño antes de presentar a Estados Unidos y a la OTAN una lista de exigencias de garantías de seguridad, incluido el fin de la expansión de la alianza hacia el este.
Estados Unidos ha dicho que la acumulación podría ser el preludio de otra invasión de Ucrania, algo que el Kremlin ha negado.
Blinken dijo que Rusia está tratando de convertir las tres series de conversaciones de la próxima semana en un debate sobre la OTAN, pero que Ucrania estará “al frente y en el centro de la agenda… porque eso es lo que precipitó esta crisis”.
Funcionarios estadounidenses se reunirán con sus homólogos rusos el 10 de enero en Ginebra, a lo que seguirá una reunión del Consejo OTAN-Rusia en la sede de la OTAN en Bruselas el 12 de enero. El 13 de enero se celebrará en Viena una reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que incluye a Estados Unidos, Ucrania y Rusia.
Blinken aprovechó su discurso en el Departamento de Estado para exponer lo que Estados Unidos considera la causa fundamental de la crisis, destacar las actividades “malignas” de Rusia que han desestabilizado a Europa y rebatir las diversas interpretaciones rusas de los acontecimientos.
Blinken desestimó las acusaciones rusas de que Ucrania era la culpable de la crisis actual, calificándolas de “absurdas” y más bien de “luz de gas”.
El máximo diplomático estadounidense dijo que la causa fundamental de la crisis reside en la incapacidad de Rusia para aceptar la decisión de Ucrania de seguir una vía democrática.
Enumeró una larga serie de agresiones rusas contra el país -incluyendo la anexión territorial, los ciberataques, las campañas de desinformación y el estrangulamiento energético- desde que los ciudadanos ucranianos derrocaron al presidente afín al Kremlin, Víktor Yanukóvich, en 2014.
Blinken también rechazó las afirmaciones del presidente ruso Vladimir Putin de que Occidente rompió un acuerdo con la Unión Soviética para no ampliar la OTAN y que la alianza es una amenaza para Rusia.
Afirmó que nunca se llegó a tal acuerdo entre Occidente y Moscú y dijo que la OTAN había reducido el tamaño de sus fuerzas tras el final de la Guerra Fría hasta que Rusia atacó a Ucrania en 2014.
Blinken no excluyó que las demandas de “no inicio” de Rusia pudieran ser una artimaña para justificar una acción militar contra Ucrania, diciendo que es “parte de [the Kremlin’s] libro de jugadas”.
También dijo que Rusia podría tratar de instigar un incidente y luego utilizarlo como justificación para atacar a Ucrania, “esperando que para cuando el mundo se dé cuenta de la artimaña, sea demasiado tarde.”
Dijo que otro ataque contra Ucrania probablemente sólo funcionará en contra de los objetivos declarados de Putin, ya que la OTAN se vería obligada a reforzar su presencia en el continente.
Sin embargo, Blinken mantuvo la esperanza de que Occidente y Rusia pudieran avanzar en algunas cuestiones, como el aumento de la transparencia, la institución de nuevas medidas de reducción de riesgos y el control de armas.
Dijo que Rusia debe responder a las preocupaciones de Occidente sobre sus acciones malignas en el continente.
“Entramos en [these meetings] comprometidos con la diplomacia, comprometidos con el diálogo, pero igualmente comprometidos con la defensa de los principios que Rusia está poniendo en peligro”, dijo.