¿Cómo reaccionar cuando un solicitante de la UE es sospechoso de utilizar armas químicas?

Un reciente informe de la respetada organización Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) plantea serias dudas sobre hasta qué punto Turquía -que aún mantiene y se beneficia del estatus de país candidato a la UE- es culpable del uso ilegal de agentes químicos en la guerra.

El informe se basa en una misión llevada a cabo a finales de septiembre de 2022, en la que expertos de Alemania y Suiza examinaron afirmaciones que se conocen desde hace tiempo, pero que la UE ha evitado: el uso turco de agentes químicos en operaciones de combate, algo que está estricta y explícitamente prohibido por la Convención sobre Armas Químicas.

El informe de IPPNW se titula “¿Viola Turquía la Convención sobre Armas Químicas? Se necesita urgentemente una investigación independiente sobre las posibles violaciones de la Convención sobre Armas Químicas en el norte de Irak”, y es una lectura inquietante en varios puntos:

1. Los combatientes kurdos informan de que sospechan de lo que puede describirse como un uso sistemático de armas químicas por parte de las fuerzas turcas en el norte de Irak. Como se indica en el informe, es difícil establecer hasta qué punto esto es cierto sin una mayor exploración. Es evidente que se necesitan más investigaciones.

2. La misión también informa sobre la posibilidad de que soldados turcos hayan preparado deliberadamente gas de cloro y lo hayan bombeado en cuevas en las que se escondían combatientes kurdos. Esta afirmación debe ser verificada o desacreditada, ya que, de confirmarse, sería un claro crimen de guerra.

3. El informe también cita un ejemplo en el que el Ministro de Defensa turco admite haber utilizado agentes químicos en operaciones de combate, en clara violación del derecho internacional.

Cada uno de estos puntos debería, lógicamente, ser investigado por la UE y por la comunidad internacional, y tomar medidas cuando sea necesario. La necesidad de actuar se ve reforzada por el hecho de que la Comisión Europea ya recibió el 4 de julio una carta de varios académicos, periodistas, políticos e intelectuales, alertando sobre las atrocidades cometidas durante los ataques contra los kurdos en el norte de Irak.

Europa no puede permanecer en silencio

En otros casos, incluso la sospecha del posible uso de armas químicas ha dado lugar a severas palabras de advertencia sobre las nefastas consecuencias, y su uso puede ser clasificado como crimen de guerra.

Esto significa que el informe de la IPPNW plantea varios aspectos nuevos al debate en torno a los países candidatos a la UE: ¿Qué puede hacer, y qué hará, la UE cuando un solicitante esté bajo sospecha de tales actos, y cómo actuará cuando un país admita tal uso ilegal y no muestre ningún remordimiento o voluntad de detener el uso?

Debe quedar claro que la UE no puede permanecer en silencio. Debe enviar una señal clara de que las acciones turcas son inaceptables y tendrán consecuencias para las relaciones entre la UE y Turquía. Especialmente en combinación con un régimen turco cada vez más autoritario que persigue cualquier forma de opositores políticos, sobre todo los kurdos.

El régimen de Ankara ha llegado a detener a Sebnem Korur Fincanci, jefe de la asociación médica de Turquía, por pedir una investigación sobre las afirmaciones de que el ejército utilizó armas químicas contra los militantes kurdos.

¿Qué se puede hacer?

La situación es tal que la Unión Europea debería tomar inmediatamente una o varias de las siguientes medidas:

1. 1. Lanzar su propia misión de investigación para verificar o desacreditar las afirmaciones, en línea con lo que han sugerido los expertos de la IPPNW;

2. 2. Pedir a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que envíe una misión para investigar las afirmaciones sobre el uso de armas químicas por parte de Turquía, incluidas las expuestas en el informe;

3. Solicitar a la ONU que contribuya a una investigación y que tome medidas para evitar que Turquía siga utilizando agentes químicos en operaciones de combate.

Para ser claros, solicitar una misión a la OPAQ se ajusta perfectamente al tratado en el que se basa la organización, la Convención de 1992 sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción. Las únicas razones para no hacerlo serían puramente políticas.

Además de lo anterior, casi no hace falta decir que hay que convocar al representante turco ante la UE y pedirle explicaciones.

Ya se ha enviado una petición formal al Consejo, para que aclare si hay alguna circunstancia en la que la UE considere el uso ilegal de agentes de guerra químicaaceptable, y si es así, ¿cuál? Esperamos que respondan negativamente y que a sus palabras les sigan los hechos.

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