Las personas de color conocen el aguijón de cierto tipo de insinuación. Puede surgir en el aula o en el lugar de trabajo, y tomar la forma de un desaire sutil, un insulto directo o una mirada de soslayo. La implicación, dicen, es clara: que otros creen que solo están allí debido a la acción afirmativa.
Una consecuencia no deseada de una política destinada a impulsar la diversidad es que puede usarse como un arma para hacer que las personas sientan que no pertenecen, como si todos los demás en la sala pensaran que fueron admitidos o ascendidos por su color de piel. A pesar de que la Corte Suprema anuló las admisiones universitarias basadas en la raza, los afroamericanos y los latinos le dijeron a The Times que se preguntan si este estigma persistirá.
Tuvieron una variedad de puntos de vista sobre la eficacia y los méritos de la acción afirmativa, y formas de hacer que el salón de clases y la sala de juntas reflejen mejor la demografía de la nación. Todos discutieron la forma en que una política con un objetivo en el que realmente creen podría usarse para menospreciarlos. Esto es lo que nos dijeron.