El gran jurado especial de Atlanta que ha estado investigando si el entonces presidente Trump y sus aliados cometieron algún delito mientras trataban de anular su derrota en las elecciones de 2020 en Georgia ha terminado su trabajo.
El juez del Tribunal Superior del condado de Fulton, Robert McBurney, que estaba supervisando el panel, emitió una orden el lunes disolviendo el gran jurado especial. La orden de dos páginas dice que los grandes jurados completaron un informe final y que la mayoría de los jueces del tribunal superior del condado votaron a favor de disolver el panel.
El fin del gran jurado especial mueve la investigación un paso más cerca de posibles cargos criminales contra Trump y otros. La decisión de buscar una acusación de un gran jurado regular dependerá de Fulton County Dist. Atty. Fani Willis.
En el transcurso de unos seis meses, el gran jurado especial ha escuchado el testimonio de decenas de testigos, entre ellos numerosos asociados cercanos a Trump y varios funcionarios de alto rango del estado de Georgia. El caso está entre varios en todo el país que amenazan con peligro legal para el ex presidente mientras busca un segundo mandato en 2024.
Los grandes jurados especiales en Georgia no pueden emitir acusaciones, pero en su lugar pueden emitir un informe final recomendando medidas a tomar.
La ley de Georgia dice que los grandes jurados están “autorizados a recomendar al tribunal la publicación de la totalidad o parte de sus presentaciones generales” y que el juez debe seguir esa recomendación. El gran jurado especial votó a favor de recomendar la publicación de su informe, escribió McBurney en su orden.
“No se ha resuelto la cuestión de si el informe final del gran jurado especial constituye una presentación”, escribió el juez, añadiendo que celebraría una audiencia el 24 de enero sobre esa cuestión. Dijo que la oficina del fiscal del distrito y los medios de comunicación tendrían la oportunidad de presentar argumentos en esa audiencia.
Willis abrió la investigación a principios de 2021, poco después de que saliera a la luz una grabación de una llamada telefónica entre Trump y el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger. Durante esa llamada, Trump sugirió que el principal funcionario electoral del estado podría “encontrar” los votos necesarios para anular su derrota ante el candidato demócrata Joe Biden en el estado.
Desde entonces, ha quedado claro que Willis se está centrando en varias áreas diferentes: llamadas telefónicas hechas a funcionarios de Georgia por Trump y sus aliados; declaraciones falsas hechas por asociados de Trump ante comités legislativos de Georgia; un panel de 16 republicanos que firmaron un certificado declarando falsamente que Trump había ganado el estado y que ellos eran los electores “debidamente elegidos y calificados” del estado; la abrupta renuncia del fiscal de EE.UU. en Atlanta en enero de 2021; supuestos intentos de presionar a un trabajador electoral del condado de Fulton; y fallas en el equipo electoral en un condado rural del sur de Georgia.
Los abogados de Rudolph W. Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado de Trump, confirmaron antes de que fuera interrogado por el gran jurado especial en agosto que les habían dicho que se enfrenta a posibles cargos penales. Los 16 falsos electores republicanos también han sido informados de que son objeto de la investigación, según archivos judiciales públicos. Es posible que también se haya notificado a otros que son objeto de la investigación.
Trump y sus aliados han negado constantemente cualquier irregularidad, con el ex presidente describiendo repetidamente su llamada con Raffensperger como “perfecta” y desestimando la investigación de Willis como una “¡Caza de Brujas estrictamente política!”