El pacto de migración y asilo de la UE se enfrenta a la realidad

El Parlamento Europeo espera finalizar el pacto de migración y asilo antes de diciembre.

A menos de dos años de las elecciones europeas de 2024, abundan las dudas sobre si el colegislador estatal de la UE está dispuesto a ceder en los aspectos más peliagudos de la reforma comunitaria.

Aunque el presidente del Parlamento Europeo, Roberto Metsola, firmó una hoja de ruta con las cinco presidencias de turno de la UE para sacar adelante el pacto, siguen sin resolverse las discusiones pendientes sobre algunos de los temas más vitales.

Entre ellos está la cuestión de la “solidaridad”, un término amplio utilizado para describir cómo se supone que los Estados de la UE se ayudarán mutuamente en lo que respecta al asilo y la llegada de inmigrantes.

Esta cuestión hizo fracasar los anteriores intentos de revisar el pacto bajo la presidencia de la Comisión Europea de Jean-Claude Juncker.

Mientras que el Parlamento Europeo consiguió entonces llegar a una posición común, el Consejo, que representa a los Estados miembros, no logró sentarse a la mesa de negociaciones.

La Comisión presentó entonces un nuevo pacto a finales de 2020, que desde entonces ha avanzado a paso de tortuga mientras estados de la UE como Polonia, y otros, levantan largas vallas fronterizas con Bielorrusia.

El mismo pacto derogó la directiva de protección temporal de la UE, utilizada actualmente para ayudar a millones de ucranianos a establecerse como refugiados en todos los Estados miembros.

Ahora se presiona para conseguir el acuerdo en medio de la especulación de que un nuevo fracaso supondría un golpe devastador para la credibilidad de la Unión Europea.

¿Solidaridad o vallas?

Pero la solidaridad y sus múltiples variantes siguen siendo objeto de controversia entre algunos legisladores europeos clave, como el sueco de centro-derecha Tomas Tobe.

Tobe había descartado el año pasado cualquier idea de reubicación obligatoria que obligara a los Estados de la UE a acoger a los solicitantes de asilo que llegaran a las costas de Grecia, Italia y otros países.

Tales reubicaciones son un anatema para un puñado de Estados de la UE, entre ellos Austria y Hungría, mientras que otros, como Grecia e Italia, insisten en ello.

Tobe también es el principal eurodiputado en el expediente más importante de la revisión, el llamado Reglamento de Gestión del Asilo y la Migración, que básicamente rige todo el pacto.

En un correo electrónico, Tobe dijo a novedades24 que todavía tienen la intención de “alcanzar una posición del Parlamento sobre el reglamento para finales de año”.

Sin embargo, con las elecciones suecas, que han supuesto un aumento del apoyo a los Demócratas Suecos, de extrema derecha, es probable que la posición de Tobe sobre los recortes de solidaridad se vea reforzada.

Sigue habiendo incertidumbre sobre si una coalición de derechas llegará al poder en Suecia, pero la medida ha enviado una señal política contra la inmigración a gran escala.

Suecia también asumirá la presidencia de la UE, que dirige el proceso legislativo a través del consejo, en enero del próximo año.

La cuestión no ha pasado desapercibida entre otros eurodiputados del Parlamento Europeo, que insisten en que la solidaridad obligatoria sigue siendo un pilar fundamental del pacto.

Desplazamientos obligatorios

Entre ellos está el presidente de la poderosa comisión de libertades civiles, el socialista español Juan Fernando López Aguilar.

López Aguilar es también el principal eurodiputado del reglamento de crisis y fuerza mayor, un proyecto de ley que encaja con el reglamento de Tobe para la gestión del asilo y la migración.

“Hay una mayoría que apoya la reubicación obligatoria como expresión de solidaridad en las crisis”, dijo López Aguilar.

López Aguilar dijo que Tobe aún necesitará el apoyo de otros eurodiputados clave de los diferentes grupos políticos, los llamados en la sombra, si quiere que su proyecto de ley pase por la línea del parlamento.

“En caso de que ese expediente no cumpla con los estándares establecidos por los grupos políticos de la cámara, entonces eso tendría mega efectos colaterales”, dijo López Aguilar.

“Así que Tomás Tobe es consciente de que tiene que pactar con Renew Europe, con los Verdes y, desde luego, con el S&D [socialists],” dijo.

La cuestión podría complicarse aún más con las próximas elecciones italianas, en las que la ultraderecha también está llamada a ganar.

Elección de la mejor opción

Mientras tanto, el Parlamento está utilizando su enfoque empaquetado sobre el pacto como palanca estratégica contra el Consejo.

La idea es impedir que el Consejo negocie sólo los expedientes que tienen que ver con la seguridad, ignorando los aspectos de solidaridad que se encuentran en los otros proyectos de ley.

López Aguilar dijo que la hoja de ruta firmada entre el parlamento y las presidencias significa que no habrá “ningún cherry picking” en los expedientes.

Pero la presidencia checa de la UE ya ha anunciado que está dispuesta a iniciar las conversaciones sobre el proyecto de ley de recogida de datos biométricos conocido como Eurodac, así como un reglamento de control quepodría llevar a los centros de detención.

El proyecto de ley de control está encabezado por la socialista alemana Birgit Sippel. En un correo electrónico, dijo que aún no se ha fijado una fecha para la votación en la comisión.

Los checos también tienen la intención de anunciar sus ideas sobre la regulación del asilo y la gestión de la migración, mientras que paralelamente negocian posiciones de línea dura sobre la eliminación de los derechos de asilo en una propuesta de “instrumentalización” separada.

Para el Parlamento, esto significa que las conversaciones pueden comenzar, pero que la adopción no puede avanzar sin los otros expedientes a bordo.

“Al final necesitamos una adopción conjunta de todos los expedientes”, dijo la eurodiputada holandesa de Los Verdes Tineke Strik.

Stirk también expresó su preocupación sobre si el Parlamento cedería a la presión política para adoptar sólo los archivos heredados y Eurodac y el cribado.

Entre esos expedientes heredados de la Comisión Juncker se encuentra la directiva sobre las condiciones de acogida dirigida por la liberal holandesa Sophie In’t Veld.

“En realidad, hemos tenido trílogos y un acuerdo ya hace más de cuatro años, pero ha estado atascado en el consejo desde entonces”, dijo sobre el expediente, en un correo electrónico.

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