En el quinto día de la brutal y no provocada agresión rusa, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, firmó la solicitud de adhesión de Ucrania a la UE. Para algunos, este paso en plena guerra puede parecer inoportuno.
Sin embargo, para los ucranianos, es lógico e inminente.
Hoy, Ucrania lucha desesperadamente por su supervivencia como Estado democrático y libre. Los ucranianos están motivados por la firme creencia de que el regreso de la tiranía y las “esferas de influencia” coloniales de la Europa del siglo XX es imposible e inaceptable.
Luchan con la convicción de que el proyecto europeo -una unión de naciones libres y fuertes- es más fuerte que el “Russkyi Mir” [Russian World] que trae destrucción, sufrimiento y muerte.
Esta guerra en el corazón del continente europeo provoca cambios tectónicos que se sentirán en todo el mundo. El número de muertos civiles ya ha alcanzado los miles, cientos de niños han muerto, ciudades enteras han sido destruidas y millones han huido de sus hogares. Las acciones bárbaras de Rusia han conmocionado al mundo.
Hoy en día, los ciudadanos de los países de la Unión Europea todavía pueden observar la situación desde la comodidad de sus hogares. Su paz es posible porque Ucrania es un escudo para el cielo europeo.
Pero, ¿qué ocurrirá si nuestro escudo para la Europa democrática deja de estar ahí? Los dirigentes rusos ya no ocultan su retórica de que el Kremlin ve a otros países europeos como su objetivo. Los misiles rusos ya están cayendo cerca de la frontera de la UE.
Una nueva catástrofe nuclear en Europa es también una amenaza muy incautada. Las tropas rusas capturaron las centrales nucleares de Chornobyl y Zaporizhzhia, aterrorizando al personal e interrumpiendo su funcionamiento seguro.
El único camino hacia la paz es garantizar que Europa no sea un campo de juego para un dictador brutal. Los líderes europeos tienen de nuevo la responsabilidad de demostrar su liderazgo en el continente y garantizar que la humanidad prevalecerá. ¿No es eso lo que pedía Robert Schuman, uno de los padres fundadores de la UE? “No se puede salvaguardar la paz sin hacer esfuerzos creativos proporcionados a los peligros que la amenazan”.
Comprender lo que está en juego en Ucrania es esencial para dar respuestas suficientes al régimen de Putin.
Los ucranianos son una nación de gente fuerte y valiente. No nos rendiremos, no dejaremos de creer en un futuro mejor para Europa, y esperamos esa valentía, resistencia y determinación de nuestros socios europeos.
Sólo mediante esfuerzos decisivos conjuntos podremos detener esta matanza de ucranianos cuyo único deseo era vivir en un país europeo “normal”. Sólo juntos podemos reforzar el proyecto europeo que sólo garantizará un futuro democrático y libre para el continente.
Y por eso es fundamental la candidatura de Ucrania a la UE. Acompañar las aspiraciones de Ucrania a la UE es un claro mensaje de los líderes de la UE de que no están dispuestos a caer en una zona gris de eterna incertidumbre.
Un 86% de apoyo interno
Ucrania y la UE ya han recorrido un largo camino hacia este objetivo.
El 86 por ciento de los ucranianos apoya la adhesión de Ucrania a la UE, y la mayoría de los habitantes (más del 60 por ciento) de Francia, Alemania, Italia y Polonia ven a Ucrania como parte de la familia europea.
En 2017, entró en pleno vigor el Acuerdo de Asociación de la UE, el mayor acuerdo global que la UE ha firmado con un país asociado.
En el momento de la agresión, Ucrania había cumplido el 63% de sus obligaciones en virtud del acuerdo para aplicar una parte importante de la normativa europea.
El importante nivel de convergencia política y económica ha dado lugar a una gobernanza fuerte y resistente que ha preservado su eficacia incluso bajo el bombardeo directo de Rusia.
La UE es el principal socio comercial de Ucrania, con una cuota superior al 40 por ciento de la facturación comercial total del país en 2021.
La integración de nuestros mercados también avanza de forma dinámica. El sistema energético unido de Ucrania funciona de forma sincronizada con la red europea ENTSO-E desde marzo.
Lo hemos conseguido estando ya en guerra.
Nuestros cielos están unidos por un espacio aéreo común, y Ucrania ya ha recibido las primeras evaluaciones satisfactorias de su disposición a unirse a los acuerdos de evaluación de la conformidad y aceptación de productos industriales.
Tenemos resultados significativos en los sectoresintegración, en particular en los ámbitos energético, digital y aduanero. Ucrania se ha sumado a iniciativas políticas clave de la UE, como el Acuerdo Verde Europeo. Además, millones de ucranianos trabajan en los países de la UE contribuyendo a su crecimiento económico.
Me gustaría subrayar que Ucrania está preparada para una auditoría que se supone que se realizará antes de la adquisición del estatus de candidato.
Incluso durante la guerra (y tal vez a causa de ella), el gobierno ucraniano y la sociedad civil están increíblemente movilizados para hacer los deberes con rapidez.
Al mismo tiempo, agradecemos a la Comisión Europea, y personalmente a la presidenta Ursula von der Leyen, la clara señal de que la parte europea también está dispuesta a movilizar los recursos necesarios para proceder lo más rápidamente posible.
Además, esta auditoría se basará en un amplio trabajo que ya hemos realizado juntos. El año pasado también comenzamos a preparar una evaluación conjunta con la UE sobre la consecución de los objetivos del Acuerdo de Asociación. Esta evaluación preliminar mostró que nuestros puntos de vista sobre esta situación son compatibles en un 90%.
Creemos que la adquisición oficial del estatus de candidato a la UE por parte de Ucrania es sólo cuestión de varios meses. Esperamos poder iniciar sin demora las conversaciones de negociación sobre la adhesión de Ucrania a la UE.
Esta será la señal más fuerte de que el curso de la historia no puede invertirse por la fuerza. Los desafíos históricos requieren decisiones excepcionales.
Económicamente, Ucrania ya está bien integrada en la UE. Es el momento de tomar decisiones políticas para la Unión Europea de las que dependerán la prosperidad, la seguridad y el futuro de todo el continente.