Los investigadores afirman que los esfuerzos para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera no se están ampliando con la suficiente rapidez y no se puede confiar en ellos para alcanzar los objetivos climáticos cruciales.
Según un informe publicado el jueves por científicos de Europa y Estados Unidos, los nuevos métodos de eliminación de CO2 representan actualmente sólo el 0,1% de los 2.000 millones de toneladas métricas que se absorben de la atmósfera cada año. En comparación, las emisiones anuales de CO2 ascienden a 37.000 millones de toneladas.
La mayor parte de la eliminación actual de gases de efecto invernadero se consigue plantando árboles y gestionando bosques y otros sumideros naturales de carbono, que a su vez están muy amenazados.
Las nuevas tecnologías de eliminación de carbono incluyen la llamada captura directa del aire, en la que el CO2 se aspira de la atmósfera y se almacena bajo tierra. Otro método conocido como biocarbón consiste en quemar materia vegetal y después enterrar los residuos cargados de carbono.
Ambos métodos han sido muy criticados por los ecologistas, aunque atraen una financiación considerable de gobiernos y empresas que buscan soluciones a la crisis climática. Los países en desarrollo sostienen que su contribución a la eliminación global de carbono -sobre todo en forma de bosques y gestión de la tierra- es igual de importante y merece un mayor reconocimiento.
El estudio concluye que la nueva eliminación de carbono debe multiplicarse por 30 de aquí a 2030 para lograr la reducción de emisiones necesaria para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 3,6 grados Fahrenheit e, idealmente, no más de 2,7 grados para finales de siglo.
Alcanzar las emisiones “netas cero” a mediados de siglo -un objetivo al que aspiran muchos países y que, según los expertos, es necesario para cumplir los objetivos acordados en el acuerdo climático de París de 2015- requeriría multiplicar por 1.300 la eliminación de dióxido de carbono y pocos países tienen planes realistas para lograrlo, según los autores.
“Estamos realmente muy retrasados en lo que respecta a la eliminación de carbono”, afirmó el coautor del estudio, Jan Minx, del Instituto Mercator de Investigación sobre los Bienes Comunes Mundiales y el Cambio Climático, con sede en Berlín.
“Si queremos una estrategia sólida para alcanzar los objetivos climáticos de París, entonces tenemos que restringir la dependencia de la eliminación de carbono … a través de reducciones de emisiones rápidas y de gran alcance”, dijo. “Pero al mismo tiempo hay que impulsar la expansión y el desarrollo de métodos de eliminación de carbono”.
Oliver Geden, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad, que también contribuyó al informe, dijo que los medios naturales de eliminación de carbono, como la reforestación, son actualmente más rentables que los métodos artificiales. Pero hay límites a la cantidad de tierra que puede dedicarse a los bosques y el aumento de las temperaturas globales incrementa el riesgo de que el carbono almacenado de esa forma pueda volver a liberarse, por ejemplo a través de incendios forestales.
Señaló el rápido aumento de las centrales solares y eólicas como ejemplos de cómo las nuevas tecnologías podrían tener un impacto mensurable en los esfuerzos por frenar el cambio climático.
Los autores del estudio afirman que tienen previsto publicar periódicamente un “Estado de la eliminación del dióxido de carbono”.