Irán ha vuelto a encarcelar a la académica franco-iraní Fariba Adelkhah tras haber pasado más de un año bajo arresto domiciliario, según informó el 12 de enero el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
Adelkhah, investigadora del elitista Instituto de Estudios Políticos de París, fue detenida en 2019 en el aeropuerto de Teherán y condenada a cinco años de prisión en 2020 por conspirar contra la seguridad nacional.
No estaba claro por qué las autoridades iraníes decidieron volver a meter en prisión a la antropóloga y especialista en el islam chií, después de haberle permitido vivir bajo arresto domiciliario desde octubre de 2020.
El Ministerio de Asuntos Exteriores francés expresó su “asombro” por la decisión de volver a encarcelar a la académica sin “ninguna explicación ni advertencia previa.”
“La decisión de volver a encarcelarla, que condenamos, sólo puede tener consecuencias negativas en la relación entre Francia e Irán y reducir la confianza entre nuestros dos países”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
“Francia exige la liberación inmediata de la Sra. Adelkhah”, añadió.
Un grupo de sus partidarios dijo que Adelkhah había sido internada en la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán, donde su salud y su vida podrían estar en peligro.
“El gobierno iraní está utilizando cínicamente a nuestra colega para fines externos o internos que siguen siendo opacos, y que no tienen nada que ver con sus actividades”, añadió.
La sorpresiva medida de las autoridades iraníes se produce en un momento en que Francia y otras potencias mundiales mantienen prolongadas conversaciones para reactivar el acuerdo nuclear iraní de 2015.
El colega y compañero francés de Adelkhah, Roland Marchal, que fue detenido con ella, fue liberado en marzo de 2020 en un intercambio de prisioneros entre Irán y Francia.
Marchal fue intercambiado por el ingeniero Jalal Ruhollahnejad, que se enfrentaba a la extradición a Estados Unidos por acusaciones de haber violado las sanciones estadounidenses contra Irán.
Se cree que al menos una docena de ciudadanos occidentales o con doble nacionalidad están retenidos en Irán.
Los gobiernos y activistas occidentales acusan a Irán de utilizar a estos prisioneros como rehenes para obtener concesiones de Occidente.
Basado en informes de AFP y Reuters.