Frontex mantiene en secreto las operaciones de retorno en Hungría

La policía fronteriza de la UE, Frontex, no revelará cómo cumple con las obligaciones en materia de derechos humanos cuando deporta a personas desde Hungría, a pesar de que ya se le ha pedido que ponga fin a dichas operaciones.

La operación incluye devoluciones, por las que los solicitantes de asilo rechazados son devueltos a sus países de origen, en lo que, según los críticos, se basa en decisiones húngaras opacas.

El responsable de derechos fundamentales de la agencia, Jonas Grimheden, dijo que Frontex debería “suspender parcialmente el apoyo a las operaciones de retorno desde Hungría, específicamente en lo que respecta a los solicitantes de asilo.”

Su comentario forma parte de un informe anual más amplio de 44 páginas publicado a principios de esta semana, en el que también se señalan graves problemas de derechos fundamentales en Bulgaria, Grecia, Letonia, Lituania y Polonia.

También se produce después de que Frontex haya suspendido otras operaciones en Hungría a raíz de una sentencia del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas de 2020 en la que se reprochaba a Budapest las expulsiones en Serbia.

Desde entonces, Hungría ha hecho caso omiso de la sentencia, lo que plantea dudas sobre por qué Frontex siguió cooperando con Budapest en las devoluciones.

Grimheden redactó el año pasado un dictamen separado sobre las operaciones de retorno de Frontex en Hungría.

Pero ese informe es confidencial y la agencia se ha negado desde entonces a publicarlo, a pesar de una solicitud de libertad de acceso.

Frontex afirma que el documento “contiene información sensible” y que su divulgación podría ser utilizada por redes criminales para aprovechar posibles lagunas.

Además, afirma que “pondría en peligro la vida de los migrantes” y erosionaría la confianza mutua entre Frontex y otros Estados.

También rechazó el acceso, incluso parcial, en una muestra de la sensibilidad del tema.

Transparencia

La negativa parece chocar con declaraciones anteriores de la directora ejecutiva en funciones de Frontex, Aija Kalnaja.

“Necesitamos transparencia. También la agencia necesita transparencia. La mala gestión dentro de la agencia simplemente no puede ocurrir”, había dicho a los legisladores europeos en mayo.

Pero la agencia tiene un largo historial de negarse a publicar documentos y, a menudo, de forma que parece obstruir un escrutinio público más amplio.

Una de esas tácticas incluye obligar a los solicitantes de acceso público a los documentos a pasar por su portal de documentos en lugar de por simples intercambios de correo electrónico.

El sistema, introducido en enero de 2020, ha causado dolores de cabeza a los usuarios y a los portales pro-transparencia creados por grupos de la sociedad civil europea.

El portal en línea significa que los documentos no pueden trasladarse automáticamente a portales de transparencia en línea como AsktheEU.org, donde el público puede verlos con facilidad.

La empresa alemana Fragdenstaat ha presentado una queja ante el Defensor del Pueblo Europeo, un organismo de control administrativo dirigido por Emily O’Reilly.

O’Reilly emitió a principios de esta semana una respuesta, señalando que el portal de acceso en línea de la agencia causa una serie de problemas innecesarios para los solicitantes individuales, así como para las plataformas de transparencia.

“El Defensor del Pueblo no pudo encontrar justificaciones para la decisión de Frontex”, dijo, y sugirió que Frontex se comunicara en su lugar a través del correo electrónico.

La Defensora del Pueblo también había criticado anteriormente a la agencia por aplicar un “copyright” a los documentos publicados, que ya ha dejado de aplicarse.

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