Irán ha ejecutado a un hombre kurdo condenado por rebelión armada a pesar de los llamamientos internacionales para que se le perdone la vida, según dijeron los activistas el 20 de diciembre.
Heidar Ghorbani fue ejecutado en la madrugada del 19 de diciembre en la prisión de Sanandaj, en la provincia occidental del Kurdistán iraní, según declararon la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, y la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), con sede en Francia, y añadieron que ni su familia ni su abogado habían recibido aviso previo.
La ejecución de Ghorbani se llevó a cabo cuando su caso aún se estaba estudiando en el Tribunal Supremo.
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Uno de sus familiares dijo al IHR el 19 de diciembre: “Nos llevaron y nos mostraron una tumba que dijeron que era la de Heidar. Lo enterraron ellos mismos en el cementerio de Beheshte Mohammadi y no nos dieron su cuerpo”.
Los activistas dicen que Ghorbani, que estaba encarcelado desde octubre de 2016, fue declarado culpable y condenado a muerte el año pasado en relación con el asesinato en 2016 de tres hombres vinculados a la milicia paramilitar Basij.
Ghorbani fue declarado culpable de proporcionar transporte y apoyo logístico para los asesinatos, aunque el veredicto del tribunal reconoció que nunca había estado armado.
Los expertos en derechos humanos de la ONU habían expresado su “grave preocupación” por el hecho de que Ghorbani no hubiera tenido un juicio justo y dijeron que había sido torturado durante la detención preventiva. El grupo de derechos lo consideró un preso político.
Tanto las Naciones Unidas como Amnistía Internacional pidieron que se le perdonara la vida, señalando lo que, según Amnistía, habían sido “numerosas violaciones” en su juicio, que, en su opinión, fue “manifiestamente injusto.”
Vídeos publicados en las redes sociales mostraban a multitudes reunidas el 19 de diciembre en su ciudad natal de Kamyaran, en el oeste de Irán, coreando “Los mártires no mueren”, a pesar de la fuerte presencia de seguridad.
“Heidar Ghorbani fue sometido a tortura y condenado a muerte sin el debido proceso y sin ninguna prueba en su contra”, ha declarado el director de Derechos Humanos de Irán, Mahmood Amiry-Moghaddam. “La pena de muerte de Heidar es ilegal incluso según las propias leyes de la república islámica”.
Con información de AFP