Laura Castro 
La Comisión Europea afirma que la solidaridad en materia de migración se mantiene, a pesar de que París se niega a reubicar a unos 3.500 solicitantes de asilo de Italia, en virtud de una propuesta inspirada por la presidencia francesa de la UE para distribuir a miles de personas entre los Estados miembros.
La negativa francesa se produce después de una disputa con el gobierno derechista de Italia sobre el buque Ocean Viking, al que Roma negó un puerto para desembarcar a 234 personas rescatadas en el mar Mediterráneo. El Ocean Viking desembarcó finalmente en Toulon, una ciudad portuaria francesa, después de un paréntesis de tres semanas en el mar en el que la mayoría de las personas a bordo fueron enviadas a otros Estados de la UE.
“Es lamentable que se utilice la política en lugar del humanitarismo”, declaró el lunes (14 de noviembre) a novedades24 Louise Guillaumat, subdirectora de operaciones de SOS Mediterranee, que opera el barco de rescate Ocean Viking.
Los 3.500 que Francia dejará de acoger forman parte del llamado mecanismo de solidaridad de la UE, por el que los Estados miembros pueden acoger voluntariamente a los solicitantes de asilo que llegan a las costas italianas o a otros lugares como Grecia.
Este mecanismo se puso en marcha en junio, a instancias de la presidencia francesa de la UE a principios de este año, que había calificado la iniciativa de histórica.
El plan inicial buscaba 10.000 compromisos, pero sólo consiguió 8.000, repartidos entre 13 Estados, mientras que Dinamarca, Países Bajos, República Checa y Suiza sólo se ofrecieron a aportar contribuciones financieras.
Hasta la fecha se ha reubicado a unas 117 personas, de las cuales 38 fueron a Francia desde Italia a finales de agosto. Otras 74 salieron de Italia el 11 de octubre hacia las ciudades alemanas de Hannover y Berlín. Francia afirma que otras 500 habrían llegado desde Italia a finales de año.
Cuando se le preguntó qué significaba la retirada de Francia para el mecanismo de solidaridad, la Comisión sugirió que no había ningún problema.
“Hemos visto la necesidad de solidaridad y también hemos visto la necesidad de que la solidaridad continúe. Y esto es lo que está ocurriendo”, dijo un portavoz de la comisión.
La respuesta apunta probablemente a sensibilidades más amplias en torno a un asunto de gran carga política cuya solución ha eludido a los Estados de la UE durante años. Al parecer, Francia está exigiendo a Alemania que tampoco reubique a las personas procedentes de Italia.
El domingo por la noche, el portavoz del gobierno francés, Olivier Véran, exigió que Europa tome represalias contra Italia. “La primera respuesta fue humanitaria al permitir que el barco atracara en Toulon el viernes”, dijo.
“La segunda respuesta es recordar a Italia sus obligaciones, y si se niega a hacerlo, considerar cualquier medida útil”.
La aparente amenaza se produjo tras un comunicado conjunto emitido el fin de semana por Italia, Grecia, Malta y Chipre. Dijeron que “no pueden suscribir la idea de que los países de primera entrada son los únicos puntos de desembarco europeos posibles para los inmigrantes ilegales.”
También se quejaron de que el número de inmigrantes acogidos por otros Estados miembros de la UE “sólo representa una fracción muy pequeña del número real de llegadas irregulares.”
Italia afirma haber acogido a unos 88.000 en lo que va de año, aunque sólo una pequeña parte fueron desembarcados de barcos de ONG. Según la Organización Internacional para las Migraciones, sólo el 15% fueron rescatados por barcos de ONG.
Todos los demás fueron rescatados por la Guardia Costera italiana y otras embarcaciones de salvamento dirigidas por el Estado italiano o llegaron de forma autónoma, dijeron.
Es probable que la cuestión se aborde el lunes durante la reunión ministerial de asuntos exteriores de la UE en Bruselas.
Laurence Boone, ministra de Asuntos Exteriores de Francia, dijo a los periodistas antes de la reunión que también se debatirán las cuestiones relativas a la solidaridad en materia de asilo.
La Comisión quiere que se celebre una reunión especial entre los ministros de Interior de la UE para ayudar a resolver la disputa. Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión, dijo que estaban elaborando un plan de emergencia para aliviar las tensiones.
“No podemos permitir que dos Estados miembros se enfrenten en público y creen otra mega crisis política sobre la migración”, dijo a Politico Europe, en una entrevista, el pasado viernes.
