Mafiosos extranjeros, armas ilícitas y drogas podrían entrar en la UE a raíz de la guerra de Ucrania, lo que supondría una amenaza para la ley y el orden en el bloque.
“Los jefes de las organizaciones criminales podrían aprovechar la situación para entrar en el espacio Schengen [an EU passport-free travel zone], advirtió la presidencia francesa de la UE en una nota el pasado jueves (31 de marzo).
“La guerra favorece la circulación de armas, algunas de las cuales podrían entrar en la Unión Europea para ser utilizadas con fines delictivos”, decía la evaluación de la amenaza francesa.
Entre los infiltrados podrían figurar “terroristas, que podrían utilizar documentos de identidad falsificados”, señaló.
“Existe el riesgo de que el flujo de drogas hacia la UE aumente a través de Ucrania”, añadió, señalando que “Ucrania es un país con una alta incidencia de consumo de heroína (la tercera droga más extendida)” y “un país de tránsito para la heroína procedente de Afganistán y para los sustitutos de la heroína”.
“Bielorrusia, que en el pasado ha amenazado con suspender las medidas de lucha contra el tráfico de drogas hacia la UE, y Rusia son también países de tránsito para las drogas afganas (heroína, opio e incluso metanfetamina) y para la producción de drogas sintéticas”, señala también la nota francesa.
Los temores surgieron después de que 4 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños, entraran en la UE desde Ucrania en las últimas seis semanas, un éxodo de proporciones históricas que empequeñece la crisis migratoria de 2015, cuando llegaron 1 millón de personas, y que ha dejado a las autoridades europeas luchando por identificar y registrar a todos los que llegan.
Los que más riesgo corren de sufrir una ola de delincuencia relacionada son los ucranianos, especialmente los menores ucranianos y los huérfanos de guerra que corren peligro de ser explotados sexualmente o de realizar trabajos forzados en Europa.
Europol, la agencia policial conjunta de la UE, envió en marzo a ocho agentes a Eslovaquia, dos a Polonia, dos a Moldavia y uno a Rumanía para recabar información sobre la actividad delictiva.
Frontex, la agencia de control de fronteras de la UE, también ha enviado 285 agentes a la región para controlar mejor quién entra.
Las fuerzas policiales de la UE tienen previsto realizar operaciones conjuntas para atrapar a los delincuentes y compartir información sobre los acontecimientos.
Y la Comisión Europea va a destinar 499 millones de euros para ayudar a los Estados miembros a pagar “la protección y vigilancia de las fronteras exteriores”, con cargo a su llamado Instrumento de Gestión de Fronteras y Visados, según otra nota de la Presidencia francesa de la UE, fechada el 25 de marzo.
Mientras tanto, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Eslovaquia han visto un aumento de los ataques maliciosos a la infraestructura digital desde la invasión rusa, dijo Francia.
Pero “todavía no es posible establecer una relación causal entre la guerra en Ucrania y estos ataques”, añadió Francia.
La guerra también podría aumentar el contrabando de cigarrillos y el tráfico de documentos falsos, ver el surgimiento de nuevas redes de exfiltración para los hombres ucranianos que rechazan la movilización general y aumentar la demanda de blanqueo de dinero, dijo Francia.
“Los esquemas de fraude en línea (correos electrónicos fraudulentos y llamadas para hacer donaciones)”, fueron un problema asociado, dijo.