La UE gastará otros 40 millones de euros en el ejército de Moldavia, en medio de nuevas revelaciones sobre los esfuerzos rusos para derrocar a su gobierno prooccidental.
La mayor parte del dinero se gastará en un “radar móvil de vigilancia de largo alcance con base en tierra” para ayudar a Moldavia a controlar su espacio aéreo, según una nota interna de la UE fechada el 13 de marzo y vista por novedades24.
El resto se gastará en “vehículos tácticos ligeros y pick-up de alta movilidad”, “carretillas elevadoras, autobuses y camiones”, “equipos de comunicación” y hardware y software antihacking.
El dinero procederá del Fondo Europeo para la Paz (FEP), un fondo conjunto de 8.000 millones de euros creado por los países de la UE, la mayor parte del cual se destina a Ucrania.
Y las compras moldavas serán gestionadas por la rama de adquisiciones militares de Estonia, el Centro Estonio de Inversiones en Defensa.
Alemania, Rumanía, Reino Unido y Estados Unidos también están ayudando a Moldavia a reforzar sus fuerzas armadas de forma bilateral, según la nota de la UE.
Estados Unidos “probablemente aumentará sustancialmente su compromiso en 2023 hasta un nivel cercano pero inferior” a la nueva subvención de 40 millones de euros de la UE, según la nota.
La propia Moldavia también tiene previsto comprar “un sistema de radar de vigilancia aérea como complemento del radar propuesto en el marco de esta AM [assistance measure],” añadía.
La compra de radares se produce después de que Rusia disparara repetidamente misiles a través del espacio aéreo moldavo para alcanzar objetivos en Ucrania en los últimos meses.
El nuevo dinero de la UE se acordará probablemente este mes o el próximo y se desembolsará “con bastante rapidez”, dijeron fuentes de la UE.
Pero aparte de las amenazas militares, la UE y Estados Unidos también han redoblado sus advertencias de que Rusia planea un golpe de Estado en Moldavia para destituir a sus líderes prooccidentales, que solicitaron el ingreso en la UE el año pasado.
“En los últimos meses hemos visto que Moldavia se ha convertido cada vez más en objetivo de las acciones malignas de Rusia: injerencia extranjera, desinformación, ataques híbridos”, dijo el lunes (13 de marzo) un portavoz del servicio exterior de la UE.
“El objetivo de esto es socavar y desestabilizar el país, socavar el gobierno y la administración pro-reforma, anti-corrupción y pro-UE en Moldavia”, añadió.
Habló después de que la policía moldava detuviera el domingo a siete personas sospechosas de ser “diversionistas” entrenados en Rusia a los que se prometió 10.000 dólares (9.380 euros) a cada uno para causar “desórdenes masivos”, dijo el jefe de la policía moldava, Viorel Cernauteanu.
La policía detuvo a otras 54 personas por motivos de orden público en una protesta antigubernamental celebrada el mismo día por el Movimiento por el Pueblo y recibió cuatro amenazas de bomba.
En los últimos días se incautaron de 220.000 euros en redadas en el partido Shor, afín a Rusia y que respalda al “movimiento” de protesta.
También impidieron la entrada en Moldavia a 182 personas la semana pasada, tras las alertas previas de Estados Unidos y Ucrania.
“Actualmente no existe un peligro militar inminente contra Moldavia, pero hay otro tipo de peligros que afectan a la seguridad del país: la guerra híbrida”, declaró el lunes a la agencia de noticias AFP el ministro moldavo de Defensa, Anatolie Nosatii.
“Actores rusos, algunos con vínculos actuales con la inteligencia rusa, están tratando de escenificar y utilizar las protestas en Moldavia como base para fomentar una insurrección fabricada contra el gobierno moldavo”, dijo el viernes pasado el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Kirby.
Saboteadores con “formación militar, camuflados de paisano” procedentes de Rusia, Bielorrusia, Serbia y Montenegro planeaban “acciones violentas” en Moldavia, incluidos “ataques a edificios de instituciones estatales…”. [and] … rehenes”, declaró en febrero la presidenta moldava, Maria Sandu, citando a los servicios de inteligencia ucranianos.
La amenaza de golpe de Estado se produce en medio de un auténtico descontento público, en la que de todos modos era la sociedad más pobre de Europa, por una crisis económica causada por la invasión rusa de Ucrania y el chantaje del gas ruso.
El libro de jugadas de Rusia implica mover palancas con los señores criminales moldavos exiliados en Israel.
E incluye propaganda, como las afirmaciones, el jueves pasado, de que Ucrania trató de asesinar al presidente de Transnistria – una autoproclamada república pro-rusa que se separó de Chișinău al final de la Guerra Fría.
Rusia tiene unos 1.500 soldados en Transnistria, pero “la situación allí es estable y está bajo control”, dijo también el lunes Nosatii, el jefe de Defensa moldavo.
Moldavia cuenta con unos 6.500 soldados, pero con equipos deteriorados, añadió. “Las fuerzas terrestres de Moldavia disponen de todo tipo de armamento, incluida la defensa antiaérea, pero se trata de equipos viejos que no han sidomodernizado”, dijo.
La UE ya ha invertido 47 millones de euros en la modernización del ejército moldavo en 2021 y 2022, duplicando así su presupuesto de defensa.
Desde octubre de 2021, la UE ha asignado más de 1.090 millones de euros en préstamos y subvenciones “para reforzar la capacidad de resistencia de Moldavia” en términos más generales, incluida la asistencia presupuestaria y la ayuda humanitaria para ayudar a hacer frente a los refugiados ucranianos.
Expertos de la UE en ciberdefensa y medidas contra la propaganda han estado trabajando con las autoridades de Chișinău para contrarrestar a Rusia, señaló el lunes el portavoz de la UE.
El servicio exterior de la UE también está elaborando un “concepto” para una nueva misión civil que asesore a las autoridades moldavas sobre cómo manejar la situación, pero aún se encuentra en una “fase temprana”, dijo el portavoz.
“Las últimas declaraciones de la Unión Europea y de nuestros socios estratégicos demuestran una vez más que Moldavia no estará sola, ni ahora ni en el futuro, frente al peligro y las amenazas, incluidas las militares”, declaró Nosatii de Moldavia.