La UE inició el jueves (27 de enero) un procedimiento contra China en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por sus prácticas coercitivas contra Lituania y los exportadores de otros Estados miembros.
“Permítanme ser claro, estas medidas son una amenaza para la integridad del mercado único de la UE”, dijo el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, a los periodistas, y añadió: “afectan al comercio intracomunitario y a las cadenas de suministro de la UE y tienen un impacto negativo en la industria de la UE.”
La medida supone una nueva escalada entre los dos gigantes económicos. También es un movimiento políticamente simbólico de la UE hacia uno de sus miembros más pequeños, ya que el proceso de solución de diferencias de la OMC podría tardar años en dar resultados tangibles.
El principal socio comercial de la UE, China, empezó a bloquear en sus aduanas en diciembre los productos lituanos y las mercancías de otros países de la UE que contenían componentes lituanos.
La prohibición de facto de China a las exportaciones lituanas se produjo después de que el miembro de la UE permitiera en julio a Taiwán abrir una oficina de representación en Vilna, con el nombre del país, en lugar de la capital, Taipei.
Pekín vio en ello un desafío a su integridad, ya que considera a Taiwán parte de su territorio sin derecho a reconocimiento diplomático.
En respuesta, China retiró a su embajador y rebajó los lazos con Lituania, pero ha negado haber bloqueado los productos lituanos.
La medida de Lituania irritó a otros miembros de la UE en ese momento, ya que ha sido una tradición diplomática utilizar la capital para la representación de Taiwán, y Vilnius no había avisado a otros estados miembros de su decisión.
Sin embargo, la presentación del caso ante la OMC por parte de la UE se considera “una señal de solidaridad”, según declaró el jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
El primer ministro de Lituania agradeció a la Comisión la adopción de medidas.
“Las presiones, restricciones y amenazas son incompatibles con las normas de la OMC y los valores del mundo libre”, tuiteó Ingrida Šimonytė.
Evidencia
Dombrovskis dijo que los funcionarios de la UE trabajaron duro en la recopilación de pruebas sobre las aduanas chinas que prohíben las importaciones lituanas, que afectan sobre todo a productos farmacéuticos, láseres, productos electrónicos y alimentos.
Las medidas también incluyen el rechazo de las solicitudes de importación de Lituania y la presión a las empresas de la UE que operan fuera de otros Estados miembros para que eliminen los insumos lituanos de sus cadenas de suministro cuando exporten a China.
Dombrovskis dijo que se ha producido un descenso del 90% en el comercio de Lituania con China en diciembre de 2021 en comparación con diciembre del año anterior. Las empresas chinas también están cancelando los pedidos de las empresas lituanas.
“La UE está decidida a actuar como una sola y a actuar rápidamente contra las medidas que violan las normas de la OMC”, añadió el vicepresidente de la Comisión letona.
El caso será la primera gran prueba en el nuevo mecanismo de resolución de disputas en la OMC, ya que el órgano de apelación de la organización no está funcionando después de que la administración estadounidense del ex presidente Donald Trump retrasara los nombramientos.
Las consultas en la OMC durarán 60 días, tras los cuales la UE podrá pedir un panel de adjudicación. Eso tomará al menos seis meses para llegar a un veredicto, mientras que la UE puede imponer aranceles de represalia. China puede apelar la decisión del panel.
La Comisión dijo que también está llevando a cabo esfuerzos diplomáticos para desescalar la situación, pero las consultas bilaterales no han dado resultados hasta ahora.
“China siempre actúa de acuerdo con las normas de la OMC. […] La acusación de que China coaccionó a Lituania carece de fundamento y es incompatible con los hechos. La cuestión entre los dos países es política y no económica”, dijo el jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
“Las tensas relaciones son el resultado de la acción de mala fe de Lituania que perjudica los intereses chinos, y no una cuestión de presión de China sobre Lituania. Es una cuestión bilateral entre los dos países y no algo entre China y Europa”, dijo el portavoz, Zhao Lijian, instando a Lituania a “corregir su error”.
“Esperamos que la parte de la UE distinga lo correcto de lo incorrecto y permanezca atenta a los intentos de Lituania de mantener las relaciones entre la UE y China como rehenes”, dijo.
Pocas herramientas
Mientras tanto, Dombrovskis instó a las capitales de la UE y al Parlamento Europeo a que aprueben un instrumento contra la coacción, propuesto el pasado diciembre, que permitiría a la Comisión adoptar medidas urgentes como la prohibición de las importaciones.
La eurodiputada socialista española Inmaculada Rodríguez-Piñero, responsable de las relaciones comerciales con China, se congratuló de que “la Comisión muestre sus músculos y adopte una postura clara contra la intimidación de Lituania y otros países por parte de China”.
La UE tiene pocas herramientas para actuarrápido si uno de sus miembros está bajo tal presión comercial.
China ha estado cortejando a la UE durante la presidencia de Trump, al presentarse como otro defensor del multilateralismo en contraste con la política de “América primero” de Trump.
Sin embargo, el año pasado la UE se unió a Washington, Reino Unido y Canadá en la imposición de sanciones a funcionarios chinos por las acusaciones de que están relacionados con el abuso de la minoría étnica uigur.
Pekín tomó represalias sancionando, entre otros, a cinco eurodiputados, lo que prácticamente congeló la ratificación del masivo acuerdo de inversión entre China y la UE, impulsado por Alemania, y acordado en diciembre de 2020.
“El Parlamento ha sido claro en que no procederá a esta ratificación de este acuerdo en una situación en la que los miembros del Parlamento Europeo están bajo las sanciones de China”, dijo Dombrovskis.