La invasión rusa ha perturbado la producción ucraniana y rusa de trigo y cereales, y uno de los principales motivos de preocupación para los responsables de la UE es cómo mantener alimentada a la población en los próximos meses y años.
Los ministros de Agricultura de la UE debatieron este asunto el jueves (7 de abril).
“Las exportaciones de trigo se han visto masivamente interrumpidas debido al bloqueo del Mar Negro”, dijo el Comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, quien pidió un mayor apoyo para Ucrania y otras economías en desarrollo y emergentes de todo el mundo, especialmente en África.
Uno de los temas que se debatieron es cómo conseguir que la producción de la UE aumente para cubrir el hueco de las exportaciones ucranianas perdidas. “Las exportaciones de grano de la UE podrían ser un 30% mayores [this year]y las importaciones un 42% menos”, dijo Wojciechowski. “El año 2022 puede ser muy bueno”.
Pero las exportaciones de trigo ucraniano y ruso suponen el 30 por ciento del suministro mundial, y las exportaciones a través de los puertos del Mar Negro se han paralizado, lo que ha provocado que los precios del trigo se disparen un 150 por ciento.
El mes pasado, la Comisión Europea adoptó medidas especiales de apoyo por valor de 500 millones de euros que se enviarán a los agricultores ucranianos y europeos directamente afectados por los altos precios o que se han quedado fuera de los mercados mundiales.
La UE también prometió el miércoles 554 millones de euros en 2022, destinados a aumentar la seguridad alimentaria en la región. Y Wojciechowski dijo el jueves que se necesitan planes similares para el África subsahariana, aunque no se dieron detalles del plan.
Para aumentar aún más la producción de la UE, el ministro francés de Agricultura, Julien Denormandie, dijo que la UE necesita tener “objetivos de producción” para impulsar la producción agrícola y asegurarse de que todo el mundo esté alimentado.
“Rusia está utilizando los cereales como instrumento estratégico para causar daño”, dijo, evocando el Tratado de Roma, uno de los documentos fundacionales de la UE, que obliga a los miembros a garantizar un suministro estable de alimentos para sus ciudadanos. “Tenemos que reducir nuestra dependencia, y para ello tenemos que definir cuánto necesitamos”, dijo.
Otros, sin embargo, destacaron que otras regiones están mucho más en riesgo, especialmente los países de África. “África merece una atención especial”, dijo Wojciechowski.
Muchos países africanos, como Benín, Egipto, Sudán, Madagascar y Burundi, dependen casi totalmente, o en algunos casos exclusivamente, del grano ucraniano.
Se espera que más de 31 millones de personas necesiten ayuda alimentaria urgente en la región del Sahel en África Occidental debido a una larga sequía de varios años. Pero esta cifra será, con toda probabilidad, mucho mayor.
“En Egipto, el grano es un cultivo básico”, dijo Koen Dekeyser, investigador del Centro Europeo para la Gestión de Políticas de Desarrollo, un grupo de expertos holandés, y advirtió que limitar la exportación de trigo y grano hará que el precio suba aún más.
Hungría es uno de los países de la UE que ya ha adoptado controles a la exportación.