Las ciudades y las regiones acompañan a los ciudadanos y a las PYMES ante el difícil invierno

Tras estar en primera línea a la hora de responder a la pandemia y acoger a los refugiados de Ucrania, las ciudades y regiones se preparan para más desafíos.

En toda Europa existe un claro descontento entre los ciudadanos, exasperados por las continuas emergencias y ansiosos por lo que encontrarán en su próxima factura energética. Nuestras familias, nuestros emprendedores y pequeños empresarios piden soluciones concretas a estos problemas acuciantes, en particular a la subida de los precios de la energía.

Las ciudades y las regiones pueden desempeñar un papel crucial para responder a la crisis energética.

Creo que nuestro papel como líderes regionales y locales empieza por predicar con el ejemplo reduciendo el consumo de energía en nuestros edificios públicos, bajando la temperatura de la calefacción en invierno, aislando los edificios públicos para que sean más eficientes energéticamente, desplegando autobuses eléctricos, optimizando la gestión de los residuos y cambiando a -e incluso produciendo- toda la energía limpia posible a nivel local.

Mi región está cumpliendo con su parte, ya que casi el 80% de la producción de energía procede de fuentes renovables. La nueva sede regional se está construyendo actualmente de acuerdo con las normas de construcción pasiva, utilizando soluciones innovadoras que consumirán ocho veces menos energía que en los edificios normales.

En la Junta de Andalucía, dirigida por Juan Manuel Moreno Bonilla, el 100% de la electricidad consumida por las instalaciones de la administración regional procede ya de fuentes renovables. Este cambio contribuye no sólo a los objetivos climáticos sino también a la economía regional, dado que Andalucía es uno de los principales productores de energía renovable de Europa.

La ciudad de Espoo, en la región de Helsinki, dirigida por Markku Markkula, se convertirá en totalmente neutra desde el punto de vista climático para 2030, con el uso de soluciones digitales innovadoras y una fuerte cooperación entre los sectores público y privado y la participación activa de los ciudadanos.

Apoyamos plenamente la necesidad de reducir la dependencia energética del gas ruso y de aumentar la autonomía energética de Europa. Esto no sólo mejorará la seguridad energética y la asequibilidad de la energía para los ciudadanos y las empresas, sino que creará nuevos puestos de trabajo a nivel local. También ofrecerá la oportunidad de hacer la transición a fuentes más sostenibles y de reducir las emisiones de dióxido de carbono y la contaminación atmosférica, haciendo que nuestras ciudades, municipios y pueblos sean más limpios y más atractivos para vivir.

Para ello, tenemos que invertir en soluciones innovadoras, en infraestructuras adecuadas que incluyan energías renovables transfronterizas, pero también en otros tipos de energía ambientalmente sostenibles.

Esta transición sólo puede lograrse de abajo a arriba implicando plenamente a todos los niveles de gobierno, especialmente el local y el regional. La energía se consume en las ciudades y en las regiones y la primera respuesta debe empezar aquí.

Las PYME, especialmente las familiares, son la columna vertebral de nuestra sociedad. Ahora se enfrentan a facturas energéticas agobiantes, por lo que la UE -como Europa que protege- debería avanzar en la aplicación de un escudo de precios contra la subida de los precios de la energía.

Acogemos con satisfacción las propuestas esbozadas en el Estado de la Unión para frenar la subida vertiginosa de los precios de la energía, pero es lamentable y decepcionante que el eminente papel de los entes regionales y locales ni siquiera se haya mencionado en el discurso de la Presidenta Ursula von der Leyen.

Las ciudades y las regiones también necesitan un apoyo adecuado. Por ello, los líderes locales y regionales del PPE que se reunieron en Brno con líderes nacionales y europeos pidieron un uso más eficiente de las inversiones de la UE para mejorar la producción y el consumo de energía renovable local y regional, el transporte público con bajas emisiones de carbono, la eficiencia energética en los edificios públicos, el almacenamiento local de energía y el impulso de la investigación y la innovación en materia de combustibles sostenibles bajos en carbono y alternativos.

Las ciudades y las regiones son actores clave en la mitigación de la crisis climática. También actuamos como embajadores del clima y predicamos con el ejemplo. Este será también parte de nuestro mensaje durante la próxima reunión de la COP27 en noviembre en Egipto, donde representaré al Comité Europeo de las Regiones (CDR).

El PPE-CDR también reclama fondos directos para los entes locales y regionales que ejecuten proyectos que aceleren la transición energética en línea con el Plan RePowerEU, así como una solución justa para toda la UE para un techo de precios de la energía sin dejar atrás a ninguna región, ciudad o municipio.

Pedimos al Consejo de Energía que apruebe los planes energéticos de emergencia para ayudar a los ciudadanos y a las PYMES con sus facturas energéticas. Reiteramos nuestras responsabilidades en este sentido y expresamos nuestro compromiso político y nuestra solidaridad para colaborar estrechamente en la construcción de regiones sostenibles, cohesionadas e inclusivas,ciudades y municipios de la UE.

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