Los abogados ecologistas amenazan con emprender acciones legales contra la Comisión Europea si se incluye el gas en las nuevas directrices de la UE para la inversión en energía sostenible.
El borrador de la propuesta, publicado con polémica a última hora del 31 de diciembre, incluiría determinadas inversiones en gas y energía nuclear en la llamada taxonomía de la UE, bajo la categoría de “actividades económicas transitorias”.
Pero un análisis jurídico llevado a cabo por ClientEarth encontró que tal medida chocaría con varias leyes de la UE -el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la Ley del Clima de la UE y el propio Reglamento de la Taxonomía- y los compromisos internacionales en virtud del Acuerdo de París de 2015.
“No tener en cuenta estas obligaciones legales pone a la Comisión en grave riesgo de impugnación”, advirtió el viernes (21 de enero) la abogada ambientalista Marta Toporek, de ClientEarth.
La ONG, con sede en Londres, dijo que están explorando todas las vías legales, incluida una solicitud de revisión interna.
Según el reglamento de Aarhus, las ONG tienen derecho a pedir a las instituciones de la UE que evalúen sus propias decisiones, con derecho a recurrir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La Comisión debe responder a estas solicitudes en un plazo de 22 semanas.
“Aunque se trata de un proceso largo, es un derecho importante para que las ONG medioambientales, y en casos muy limitados los particulares, se aseguren de que las instituciones y organismos de la UE cumplen la legislación comunitaria destinada a proteger el medio ambiente y la salud humana”, dijo ClientEarth a novedades24.
El proyecto de taxonomía ha provocado el descontento no sólo de los ecologistas, sino también de algunos Estados miembros de la UE, de los eurodiputados y de algunas instituciones financieras.
España, Austria, Dinamarca y Luxemburgo se unieron para rechazar el proyecto de propuesta, antes de una reunión informal con los ministros de Medio Ambiente de la UE que tendrá lugar el viernes (21 de enero) y el sábado, en la que los países de la UE podrán decir a la Comisión lo que piensan sobre la inclusión del gas y la energía nuclear en la taxonomía de la UE.
“Este proyecto envía un mensaje equivocado a los mercados financieros y corre el grave riesgo de ser rechazado por los inversores. Pone en peligro el propósito de la taxonomía de crear un lenguaje común”, dijo el grupo de cuatro países en una declaración a principios de esta semana.
Argumentan que el gas natural y la energía nuclear no cumplen los requisitos legales y científicos para ser calificados como actividades sostenibles.
Viena dijo anteriormente que demandaría al ejecutivo de la UE si sigue adelante con sus planes de incluir el gas y la energía nuclear en la taxonomía de la UE.
Y el parlamento holandés dijo esta semana que no aceptará la inclusión del gas, porque “lo verde debería ser realmente verde”, como dijo la diputada holandesa de los Verdes Suzanne Kröger.
Sin evaluación de impacto, sin consulta pública
Del mismo modo, la eurodiputada de centro-derecha Sirpa Pietikäinen y el eurodiputado de los Verdes Bas Eickhout, que dirigen los trabajos del Parlamento Europeo sobre este expediente, han declarado que el proyecto de propuesta no está a la altura de las expectativas de los colegisladores.
Consideran que los criterios de selección utilizados para las centrales de gas, la cogeneración y la audiencia de distrito incumplen el “principio de neutralidad tecnológica”.
Los científicos del grupo de expertos de la Comisión Europea llegaron a la conclusión de que para las centrales de gas debería aplicarse un umbral de 100g de CO2e/kWh de electricidad para que sea compatible con una trayectoria de 1,5°C según el Acuerdo de París.
Pero según el proyecto de propuesta, en cambio, las centrales de gas cumplirían con la taxonomía si sus emisiones son inferiores a 270g de CO2e/kWh de electricidad.
“No vemos ningún fundamento jurídico para que la Comisión cree una excepción a este principio de neutralidad tecnológica”, afirman los dos eurodiputados en una carta, en la que lamentan la falta de una evaluación de impacto.
A principios de esta semana, los eurodiputados Irene Tinagli y Pascal Canfin, presidentes de las comisiones parlamentarias de Economía y Medio Ambiente, también lamentaron la falta de consulta pública “habida cuenta del carácter controvertido del tema”.
Mientras tanto, las organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico han advertido a la Comisión de que la taxonomía de la UE, tal y como está, dañaría la reputación de Europa y sus ambiciones de liderazgo climático.
El año pasado estuvo marcado por “una serie de intensas disputas políticas, acuerdos de trastienda y maniobras sobre cómo eludir las pruebas científicas y clasificar el gas fósil y la energía nuclear como sostenibles”, dijo Tsvetelina Kuzmanova, de la ONG E3G.
Los expertos tenían hasta el viernes para aportar sus comentarios sobre la taxonomía de la UE. El ejecutivo de la UE analizará ahora sus aportaciones y se espera que adopte formalmente la propuesta antes de finales de mes.
La mayoría de los países de la UE, o el Parlamento Europeo, aún podrían oponerse yrevocar la decisión, después de cuatro meses de escrutinio.