Arturo Vidal 
Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete, además del Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, se reunieron en Bruselas el viernes (4 de marzo) en una muestra de unidad transatlántica tras una semana en la que impusieron sanciones paralizantes destinadas a hundir la economía rusa.
A los ministros se les unió su homólogo ucraniano, Dmytro Kuleba, a través de una videoconferencia desde Kiev, ciudad que ahora está casi completamente rodeada por las fuerzas invasoras rusas.
Kuleba ha pedido a las potencias occidentales que cierren el espacio aéreo de Ucrania.
Al llegar a la reunión, el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, dijo que los ministros no iban a firmar un nuevo paquete de sanciones, pero sí dijo que otro paquete está en camino y que se acordaría a principios de la próxima semana.
“Hoy se trata de una muestra de unidad y compromiso”, dijo. La UE y sus socios están “disgustados e indignados” por las acciones de Rusia, dijo.
“La unidad con nuestros socios y aliados es nuestra mayor fuerza”, dijo a su llegada el ministro de Exteriores croata, Gordan Grlic Radman.
Coveney subrayó que había una “determinación de seguir aislando a Rusia a nivel internacional, no sólo en Europa”.
Bandera roja nuclear
El ataque que afectó a la mayor instalación nuclear de Europa el jueves por la noche levantó una “nueva bandera roja”, dijo Coveney.
La amenaza que suponen este tipo de ataques “no se refiere sólo a Ucrania y Rusia, sino a todos los que vivimos en el continente europeo.”
La nueva ronda de sanciones probablemente afectará a los puertos, a las familias de los oligarcas y a los fondos fiduciarios, dijeron fuentes de la UE, que no estaban autorizadas a hablar en público.
El plan podría impedir que los barcos entren en los puertos de la UE; el bloque ya ha impedido que los aviones rusos utilicen el espacio aéreo de la UE.
Los diplomáticos están buscando formas de proteger las economías europeas en la medida de lo posible de las consecuencias de estas sanciones, especialmente en vista de la escasez de suministros energéticos a nivel mundial.
En la reunión del viernes participaron el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, y Liz Truss, la primera vez que un secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido participa en una reunión de la UE desde que el país abandonó la UE.
Blinken utilizó la reunión como un grito de guerra.
Lo que estaba en riesgo eran “principios muy fundamentales que hemos establecido juntos después de dos guerras mundiales, que son tan importantes para mantener la paz y la seguridad para todos”, dijo.
Blinken advirtió que si se permitía a Putin seguir actuando con impunidad, eso “abriría una caja de Pandora de problemas para todo el mundo.”
Blinken también elogió la rápida respuesta de la UE a la guerra, incluyendo las sanciones a Rusia y el apoyo a Ucrania, como “notable” e “histórica”.
