Finlandia y Suecia no pedirán ninguna condición previa para entrar en la OTAN, ni se opondrán a albergar bases o armas nucleares.
Así lo confirmaron sus primeros ministros en una conferencia de prensa conjunta del Consejo Nórdico en Helsinki el martes (1 de noviembre).
La primera ministra socialdemócrata finlandesa, Sanna Marin, dijo que su país “no debería poner ninguna condición previa ni cerrar ninguna puerta” antes de convertirse en miembro de la OTAN.
“No es algo que estemos discutiendo activamente ahora. Estamos esperando a convertirnos en miembros y entonces se podrán discutir este tipo de asuntos”, dijo, en relación con las armas nucleares en territorio finlandés.
El primer ministro conservador de Suecia, Ulf Kristersson, se hizo eco de su compatriota finlandés.
“Finlandia y Suecia deberían sacar exactamente las mismas conclusiones” y “abrazar” todas las capacidades de la OTAN, dijo.
El jefe de las fuerzas armadas suecas, Micael Byden, en una conferencia de prensa separada el martes, confirmó que Suecia debería abstenerse inicialmente de hacer cualquier reserva respecto a la cooperación en materia de armas nucleares.
“Trazar líneas rojas incluso antes de convertirnos en miembros sólo crea obstáculos y fricciones”, dijo.
Los dos países nórdicos esperan actualmente la ratificación de su candidatura a la OTAN por parte de Turquía y Hungría. Todos los demás países de la OTAN han aprobado su ingreso en un procedimiento rápido tras la invasión rusa de Ucrania.
Kristersson confirmó que está prevista una reunión con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, pero no dio una fecha.
Se espera que Hungría ratifique la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN a mediados de diciembre.
El Consejo Nórdico es el órgano oficial de cooperación interparlamentaria formal en la región. El consejo cuenta con 87 parlamentarios como miembros de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia, las Islas Feroe, Groenlandia y Åland.
Cuando se fundó el Consejo Nórdico hace 70 años, en 1952, no se podía discutir la política exterior y de defensa.
“La política exterior y de defensa era un tabú cuando Finlandia entró en el Consejo Nórdico. De hecho, fue la Unión Soviética la que exigió que se permitiera a Finlandia unirse”, explicó Lulu Ranne, vicepresidenta del presidium del Consejo Nórdico.
“El ambiente internacional es ahora más frío que durante la guerra fría”, dijo el presidente de Finlandia, Sauli Niinistö, al dirigirse a la asamblea parlamentaria nórdica.
“Para los países nórdicos significa una mayor profundización de nuestra cooperación. Nuestros intereses son a menudo similares”, dijo. “Nuestras infraestructuras críticas son transfronterizas y debemos protegerlas juntos”.
En cuanto a la defensa nuclear, Niinistö dudó antes de decir también: “La situación por el momento es que estamos esperando la adhesión y entonces veremos qué pasa”.