Los eurodiputados votarán el jueves (20 de enero) sus posiciones sobre la Ley de Servicios Digitales (DSA), preparando el camino para las negociaciones con los gobiernos de la UE bajo la presidencia francesa del Consejo de la UE.
Una vez acordada, esta ley histórica de la UE sobre normas tecnológicas se convertirá en la primera herramienta jurídicamente vinculante del mundo que establece obligaciones de transparencia para los actores en línea y hace responsables a los gigantes de la tecnología.
“Ha quedado claro para todo el mundo que la falta de normas y de controles democráticos sobre las decisiones de un puñado de grandes plataformas, que ahora se han convertido en las principales [online] proveedores, ya no es tolerable”, dijo el comisario de Mercado Interior de la UE, Thierry Breton, durante el debate en el pleno del miércoles.
Argumentó que esta propuesta establecería normas claras y armonizadas en toda Europa, enviando “un mensaje contundente” a los gigantes como Facebook, Google y Twitter.
Según el eurodiputado de centro-izquierda Alex Agius Saliba, estas plataformas se han hecho tan grandes que han empezado a controlar internet, a las personas y a la política “simplemente teniendo la llave, y el acceso, a los contenidos online que leemos, vemos y compartimos”.
“Por el momento, el mundo digital es como el Salvaje Oeste sin reglas, sin límites, ni salvaguardas, dejando a la gente indefensa, expuesta y explotada por sus vulnerabilidades”, advirtió.
Haciéndose eco del mismo mensaje, la eurodiputada Christel Schaldemose, de los socialistas y demócratas, dijo que las nuevas normas ya no permitirán a empresas como Facebook esconderse tras “un velo de ignorancia” sobre el impacto de sus servicios.
“Se verán obligadas a afrontar las consecuencias de sus algoritmos”, dijo, señalando que la DSA podría convertirse en un “estándar de oro” en Europa y más allá, mejorando la seguridad de los consumidores, poniendo fin a la incesante recolección de datos y abriendo la caja negra de los algoritmos.
“Debemos dejar que la economía digital crezca en un marco democrático, transparente y de confianza”, añadió.
La DSA establece obligaciones a los actores online en función de su tamaño e influencia en el mercado e impone multas de hasta el seis por ciento de su facturación global cuando se comprueba el incumplimiento de las normas.
En general, los grandes actores en línea, como Amazon, Google, Apple y Facebook, estarán sujetos a normas de responsabilidad estricta por contenidos ilegales y productos fraudulentos vendidos en sus plataformas, mientras que las pequeñas empresas y las microempresas estarían exentas, bajo ciertas condiciones.
La próxima ley de la UE se basa en el principio de que “lo que es ilegal fuera de línea es ilegal en línea”, pero requerirá una fuerte supervisión por parte de las autoridades nacionales y europeas para que esto sea algo más que un eslogan.
Activadores de la “ira y el miedo
Algunos temas han resultado ser divisivos, ya que los eurodiputados de diferentes grupos políticos han presentado más de un centenar de enmiendas sobre el expediente. Es el caso, por ejemplo, de los anuncios basados en el seguimiento.
A pesar de los intentos de una coalición de eurodiputados a favor de prohibir los anuncios de seguimiento, el informe final votado en la comisión de mercado interior del Parlamento Europeo en noviembre sólo introduce una prohibición para los menores.
Sin embargo, los eurodiputados de los Verdes/ALE y La Izquierda instaron el miércoles a sus colegas a apoyar las enmiendas que pondrían fin a estas prácticas de vigilancia, de las que el usuario rara vez es consciente.
“¿Cómo va a sobrevivir nuestra democracia con las redes sociales difundiendo odio y mentiras?” dijo la eurodiputada de Los Verdes Alexandra Geese, argumentando que la tormenta de hace 12 meses en el Capitolio fue una llamada de atención para Europa.
Está demostrado que lo que hace que la gente interactúe y permanezca en las plataformas son dos emociones, la ira y el miedo. Por eso, según Geese, los contenidos que despiertan la ira y el miedo se vuelven virales y aumentan los beneficios de las plataformas.
“El DSA es un primer paso, pero no vamos lo suficientemente lejos”, advirtió.
Además, los eurodiputados de izquierdas están intentando encontrar apoyos para eliminar las excepciones de acceso a los datos para las ONG y los investigadores relacionadas con los secretos comerciales, aunque es poco probable que esto ocurra.
Esta cuestión fue planteada por la denunciante de Facebook Frances Haugen a principios de este año como una laguna importante de las normas de la UE.
Se espera que los resultados de la votación sobre la DSA se anuncien el jueves por la tarde.