El martes, la ministra federal del Interior, Nancy Faeser, dio a conocer el nuevo y ambicioso plan de acción del gobierno alemán para prevenir y combatir el extremismo de extrema derecha.
Podría tener una influencia significativa en la forma de tratar a la extrema derecha en otros lugares de Europa.
Hace dos años, un ultraderechista de 43 años, Tobias Rathjen, mató a tiros a 10 personas e hirió a otras cinco, en dos ataques sucesivos en bares de shisha en su ciudad natal, Hanau.
El ataque de Rathjen formó parte de una tendencia creciente de violencia de derechas que se ha acelerado con el inicio de la pandemia del Covid-19.
En los últimos años, Alemania se ha visto sacudida por las detenciones de la red Hannibal, un violento grupo de preparadores online de extrema derecha, el asesinato del político regional Walter Lübcke y el ataque contra una sinagoga en Halle por parte de violentos de extrema derecha, por nombrar sólo algunos incidentes.
La policía alemana registró casi 24.000 delitos de extrema derecha en 2021, el nivel más alto desde que se iniciaron los registros hace 20 años.
En julio de 2020, el entonces ministro federal del Interior, Horst Seehofer, declaró que el extremismo violento de derechas era la mayor amenaza para la seguridad nacional, una valoración que repitió en 2021.
Este mismo mes, un tribunal alemán clasificó al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) como una amenaza potencial para la democracia, permitiendo a la agencia de inteligencia nacional del país vigilar al partido, que cuenta con 80 diputados en el Bundestag.
La presentación del nuevo plan de acción es, por lo tanto, un acontecimiento positivo, que demuestra que el gobierno federal continuará e intensificará sus esfuerzos para hacer frente a esta creciente amenaza.
Dada la influencia de Alemania como líder en materia de normas en Europa, es probable que las políticas aplicadas en el marco del plan marquen la pauta para hacer frente al extremismo violento de derechas en otros Estados europeos, y potencialmente en el ámbito de la UE.
El plan da algunos pasos audaces hacia un nuevo territorio legislativo. Lo más importante -y una primicia en las políticas alemanas y europeas de este tipo- es que incluye la lucha contra la estructura financiera de las redes de extrema derecha.
La cuestión clave que hay que entender sobre la financiación de la extrema derecha orientada al terrorismo y la violencia -y es una razón por la que los legisladores deberían animarse- es que la mayor parte de ella se produce actualmente a la vista de todos, en grandes eventos musicales y deportivos que, a su vez, han ayudado a fomentar una creciente industria de la mercancía.
Festivales de música y artes marciales
En Alemania, los ingresos de los festivales de música de extrema derecha en 2018 oscilaron entre 1,5 y 2 millones de euros, mientras que los eventos de artes marciales mixtas (MMA) de extrema derecha, como el festival de MMA Escudo y Espada de abril de 2018 o la Batalla de los Nibelungos, que tuvo lugar recientemente en Sajonia, atraen regularmente hasta 1.000 participantes.
Estos eventos ofrecen cobertura para los encuentros entre extremistas violentos de diferentes escenas nacionales. También sirven como centros para generar dinero a través del comercio de materiales de propaganda y mercancía, incluyendo CDs, ropa y complementos alimenticios y otra parafernalia.
El volumen de negocio de la venta de música y mercancías de extrema derecha sólo en Sajonia se estimó en unos 3,5 millones de euros en 2012, cuando se recopilaron las cifras por última vez.
En la actualidad, estos ingresos son lo suficientemente importantes como para permitir que el movimiento se extienda a la compra de bienes inmuebles. Según el gobierno federal, hay al menos 170 propiedades adquiridas recientemente en toda Alemania que se utilizan como lugares de conspiración y reclutamiento de la derecha.
Aunque crecen rápidamente en escala y sofisticación, estas redes son todavía lo suficientemente rudimentarias como para que la intervención gubernamental pueda detenerlas en su camino. Por ello, el nuevo énfasis puesto en este ámbito por el ministro del Interior, Faeser, puede suponer un cambio de juego potencial y debería ponerse en marcha tan pronto como sea factible.
Las grandes tecnologías contraatacan
El nuevo plan de acción también incluye un énfasis renovado en el vínculo claramente demostrado entre el odio en línea y la violencia en la vida real.
El propio Rathjen expresó activamente su odio a las minorías en las redes sociales en las semanas y meses previos a su ataque.
Aunque existe la oportunidad de adelantarse a la hora de interrumpir de forma significativa la financiación del terrorismo de derechas y de los extremistas orientados a la violencia, sigue siendo clave seguir presionando a la industria tecnológica mundial para que luche contra la incitación al odio en línea.
Este mismo mes, en respuesta a las actualizaciones de la ley NetzDG de Alemania, que exige a las empresas tecnológicas que entreguen a la policía los datos de los usuarios que publican contenidos extremistas, Meta (Facebook) y YouTube, a los que se unieron posteriormente Twitter y TikTok, han demandado colectivamente ael gobierno alemán, esgrimiendo diversos argumentos artificiosos sobre la necesidad de proteger la privacidad de los usuarios.
Hace dos semanas, el tribunal administrativo de Colonia falló a favor de las grandes tecnológicas porque las enmiendas de la NetzDG violarían el principio del país de origen: como las empresas tecnológicas están registradas en Irlanda, Alemania no puede regularlas.
Mientras tanto, el gobierno alemán está persiguiendo a los canales de Telegram más populares, individuales y de derechas, y ya ha presionado a Telegram para que retire 64 de los 68 canales solicitados. La amenaza de prohibir que la plataforma esté disponible para su descarga en Alemania parece haber ayudado en este caso.
El plan de acción de Faeser es una importante señal política al comienzo del nuevo gobierno.
Sus propuestas para perseguir la financiación de los extremistas y del terrorismo deberían ser aceleradas. Puede predicar con el ejemplo y marcar una gran diferencia en la lucha europea contra el extremismo de derechas y el terrorismo.