Rusia inició un ataque a gran escala contra Ucrania en la madrugada del jueves (24 de febrero) con explosiones registradas en las ciudades de Kyiv, Kharkiv, Dnipro y Mariupol en todo el país.
Los líderes de la Unión Europea condenaron inmediatamente la invasión, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió a Rusia que retirara sus fuerzas y prometió más sanciones.
“En estas horas oscuras, nuestros pensamientos están con Ucrania y con las mujeres, hombres y niños inocentes que se enfrentan a este ataque no provocado y temen por sus vidas”, escribió von der Leyen en Twitter. “Haremos que el Kremlin rinda cuentas”, escribió.
Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, pidió a los jefes de Estado y de Gobierno europeos reunidos hoy en Bruselas que “aprueben las sanciones más duras posibles” contra Rusia. “Nuestro apoyo a Ucrania debe ser real”, escribió Morawiecki en Twitter.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, tuiteó a las 4.58 horas que “Putin acaba de lanzar una invasión a gran escala de Ucrania” y dijo: “Ucrania se defenderá y ganará. El mundo puede y debe detener a Putin. El momento de actuar es ahora”.
El senador estadounidense Marco Rubio, que forma parte del comité selecto de inteligencia del Senado, tuiteó: “Las fuerzas aéreas rusas están intentando tomar el control del aeropuerto de Kiev” para “llevar fuerzas para ocupar” la capital.
“Un asalto anfibio a la ciudad portuaria clave de Mariupol está ahora en marcha. Las fuerzas terrestres se desplazan ahora desde Bielorrusia, Crimea y desde Rusia”, escribió.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo en un breve discurso televisivo que “hemos tomado la decisión de llevar a cabo una operación militar especial” porque “se está creando una anti-Rusia hostil en nuestras tierras históricas.”
“A cualquiera que considere interferir desde el exterior: si lo hace, se enfrentará a las consecuencias más grandes que se hayan enfrentado en la historia. Se han tomado todas las decisiones pertinentes. Espero que me escuchen”, dijo Putin.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que sus “armas de alta precisión” estaban apuntando a la infraestructura militar ucraniana.
El presidente ucraniano, Volodomyr Zelensky, prometió resistencia. “Si alguien intenta arrebatarnos nuestra tierra, nuestra libertad, nuestras vidas, las vidas de nuestros hijos, nos defenderemos”, dijo en un mensaje de vídeo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la calificó de “guerra premeditada que provocará una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano”. También dijo que Occidente “responderá de forma unida y decisiva” para que Rusia “rinda cuentas”, en referencia a las sanciones económicas.
“Se trata de una grave violación del derecho internacional y una grave amenaza para la seguridad euroatlántica”, añadió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El ataque se produjo después de una acumulación de meses de más de 190.000 fuerzas rusas alrededor de las fronteras de Ucrania.
Los líderes de la UE tenían previsto reunirse en Bruselas el jueves, en una cumbre de emergencia que había sido programada el miércoles.