La Unión Europea está dispuesta a comprar gas e hidrógeno para cortar su dependencia de Rusia y reducir los precios de la energía, según anunció el miércoles (23 de marzo) la Comisión Europea.
Un equipo de negociación dirigido por la Comisión Europea se dispone a mantener conversaciones con los proveedores de gas para tratar de garantizar mejores precios y un suministro suficiente para todos los Estados miembros de la UE de cara al próximo invierno.
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La propuesta también incluye el aumento de las importaciones de GNL de países como Estados Unidos, Qatar y Egipto para diversificar el suministro y ayudar a alcanzar el objetivo de almacenamiento obligatorio de gas.
En la actualidad, los Estados miembros de la UE deben garantizar que las instalaciones de almacenamiento alcancen un mínimo del 80% de su capacidad antes del 1 de noviembre, pero ese objetivo se incrementará en los años siguientes.
El almacenamiento de la UE se encuentra actualmente al 26% de su capacidad.
Los que necesiten gas podrán extraerlo de los tanques de almacenamiento situados en otros Estados miembros a través de una red de gasoductos.
A principios de este mes, los líderes de la UE se comprometieron a eliminar progresivamente la dependencia de las importaciones de gas, petróleo y carbón rusos, pero, a diferencia de Estados Unidos y el Reino Unido, no llegaron a imponer sanciones a las importaciones energéticas rusas.
Los precios del gas y la electricidad han subido un 65% y un 30%, respectivamente, en el último año, lo que ha contribuido a elevar los precios mundiales de las materias primas. Pero la incertidumbre relacionada con la invasión rusa de Ucrania ha exacerbado la volatilidad de los precios y la preocupación por las posibles interrupciones del suministro.
Esta situación ya había llevado a la mayoría de los Estados miembros a tomar medidas en los meses anteriores a la invasión en forma de exenciones fiscales y subsidios para proteger a los ciudadanos del aumento de los costes.
Estas medidas ya han sido enormemente costosas, pero la Comisión sugirió que los Estados miembros aún podrían hacer más reduciendo los tipos impositivos sobre la energía y ofreciendo exenciones a los hogares vulnerables.
La crisis energética ha dividido a los países de la UE sobre la mejor manera de amortiguar el impacto de los altos precios.
España, Bélgica, Portugal, Italia y Grecia han pedido que se intervenga en los mercados energéticos europeos y se limiten los precios, mientras que países como Alemania, Austria, Países Bajos y Dinamarca se oponen.
Un tope en los precios del gas debe considerarse un “último recurso”, ya que podría dificultar el acceso de Europa a los suministros de gas en los mercados mundiales, según la Comisión.
Otras opciones para mitigar los altos precios de la energía incluyen el uso de fondos públicos para apoyar a las empresas que luchan con los precios excesivos de la energía que podrían introducirse sin romper las normas antisubvención del bloque.
Rusia dijo el miércoles que Occidente debería pagar el gas ruso en rublos, la moneda rusa. El rublo, que se ha desplomado desde la invasión de Ucrania, ganó valor el miércoles.