La UE está dispuesta a seguir formando a los guardacostas libios a pesar de sus conocidos abusos contra los inmigrantes irregulares, según un informe filtrado.
El informe clasificado fue redactado por el contralmirante italiano Stefano Turchetto, jefe de la operación naval de la UE, Irini, el 4 de enero y obtenido por la agencia de noticias Associated Press.
En un incidente ocurrido el 15 de septiembre, al interceptar una embarcación de madera con 20 migrantes a bordo, los libios emplearon tácticas de “uso excesivo de la fuerza física”, dijo, sin dar más detalles.
En otros casos, utilizaron métodos “nunca antes observados y no conformes con [EU] el entrenamiento… así como la normativa internacional”, dijo.
Sin embargo, el “estancamiento político” en Libia estaba dificultando el entrenamiento de “normas de comportamiento adecuadas que deberían ser conformes con los derechos humanos”, señaló.
Y la “frustración política” había reducido el compromiso de los guardacostas con sus mentores de la UE, añadió.
Sin embargo, el servicio exterior de la UE dijo a AP que el plan de formación de los guardacostas “sigue firmemente sobre la mesa para aumentar la capacidad de las autoridades libias de salvar vidas en el mar”, a pesar de los contratiempos.
“Cuando se trata de la migración, nuestro objetivo es salvar la vida de las personas, proteger a los necesitados y luchar contra el tráfico de seres humanos y el contrabando de migrantes”, dijo un portavoz de la UE.
Al menos 65.362 personas llegaron a Europa utilizando la ruta migratoria del Mediterráneo central el año pasado, según la agencia de control de fronteras de la UE, Frontex.
La cifra fue casi el doble de las 35.673 vistas el año anterior, pero inferior a los años pico de 2014 a 2016, cuando llegaban más de 150.000 personas al año.
El año pasado también murieron más de 1.500 personas intentando hacer la travesía.
Mientras tanto, las intercepciones y devoluciones a Libia casi se triplicaron en 2021 en comparación con 2020.
Pero por su parte, la organización benéfica internacional Médicos Sin Fronteras, advirtió que más de 32.000 de los interceptados por los guardacostas libios el año pasado fueron: “devueltos a extorsiones, violencia y abusos sistemáticos” en los campos de detención de migrantes de Libia.