Carolina Ortega 
Estimado editor,
EDANA y sus miembros, la asociación comercial de productos no tejidos, que producen más del 80% de todos los pañales desechables vendidos en la UE, están muy preocupados por una serie de informes engañosos que contienen afirmaciones muy inexactas sobre los pañales.
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Estas afirmaciones son infundadas y alarmistas, y es probable que causen estrés y preocupación innecesarios a los millones de familias que utilizan nuestros productos cada día.
La seguridad de nuestros productos es una prioridad absoluta para nuestra industria.
Los fabricantes se aseguran de que todos los productos cumplan con toda la legislación europea y nacional pertinente relativa a la seguridad de las sustancias químicas y de los productos, y que sean seguros para su uso previsto y previsible.
Nuestros miembros han puesto en marcha un Programa de Gestión de Productos Higiénicos Absorbentes que va más allá de las obligaciones legales de la UE para garantizar el máximo nivel de seguridad y transparencia de nuestros productos.
Estas afirmaciones engañosas se basan en un uso muy selectivo de los datos publicados a lo largo de los años por las autoridades francesas y que se han comunicado fuera de contexto.
La misma autoridad francesa informó en 2020 que los pañales eran seguros.
En respuesta a las preocupaciones planteadas por las autoridades francesas en 2019, se pidió a la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) que revisara si la presencia de determinadas sustancias químicas en los pañales desechables podía suponer una amenaza para la salud humana.
Tras una investigación muy exhaustiva, la ECHA llegó a la conclusión de que no podía demostrarse la existencia de un riesgo y señaló incertidumbres y deficiencias en el método analítico utilizado para las pruebas, afirmando que “es probable que la fiabilidad de los resultados analíticos se vea gravemente afectada” por estas incertidumbres.
Aunque había niveles de trazas de algunos contaminantes en algunos productos, no eran suficientes para suponer un riesgo.
Estos contaminantes no se añaden intencionadamente a los pañales ni se utilizan en los procesos de fabricación. Se encuentran en el ambiente externo, incluso en muchos alimentos, y no representan ningún riesgo para la salud.
Por ejemplo, el formaldehído se encuentra en niveles traza más altos en materiales orgánicos como la fruta (donde el nivel es 200 veces mayor que en los pañales) o la leche (donde el nivel es 10 veces mayor).
Atentamente,
EDANA
Biografía del autor
EDANA ayuda a sus miembros a diseñar su futuro, sirviendo a más de 300 empresas de la industria de los no tejidos y afines, en más de 30 países. Su misión es crear las bases para el crecimiento sostenible de las industrias de los no tejidos y afines a través de la promoción activa, la educación y el diálogo.
