El presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, dijo el martes que el exitoso informe sobre el empleo en Estados Unidos de la semana pasada mostraba que probablemente llevaría tiempo frenar la alta inflación, pero que espera un “descenso significativo” de la inflación este año.
Al mismo tiempo, Powell dijo que la fortaleza del mercado laboral y la persistencia de las presiones inflacionistas implican que la Fed tendrá que seguir subiendo su tipo de interés de referencia este año. No especificó cuántas subidas adicionales prevé. Pero en una conferencia de prensa la semana pasada, Powell había sugerido que preveía “un par” de subidas más en 2023.
Aunque las presiones inflacionistas están disminuyendo, el presidente de la Reserva Federal advirtió de que “estamos en las primeras fases de la desinflación. Queda mucho camino por recorrer”.
Las declaraciones de Powell del martes siguieron el tono moderadamente optimista que expresó en una conferencia de prensa la semana pasada. En declaraciones a los periodistas, Powell señaló que la elevada inflación había empezado a remitir y dijo que creía que la Reserva Federal podría controlar el aumento de los precios sin provocar una profunda recesión con oleadas de despidos.
Pero el presidente de la Fed advirtió de que el mercado de trabajo seguía desequilibrado, con una fuerte demanda de mano de obra y un número demasiado escaso de trabajadores en muchos sectores, lo que llevaba a los empresarios a elevar fuertemente los salarios, una tendencia que podría ayudar a mantener alta la inflación.
El viernes, el gobierno publicó un sorprendente informe sobre el empleo que sugería que la economía y la contratación eran aún más saludables de lo que pensaban los funcionarios de la Reserva Federal. Según el informe, las empresas crearon 517.000 puestos de trabajo en enero, casi el doble que en diciembre, y la tasa de desempleo alcanzó el 3,4%, el nivel más bajo en 53 años.