La Presidencia checa de la UE propone un mínimo anual sobre el número de solicitantes de asilo que los Estados de la UE están dispuestos a reubicar.
La idea forma parte de un debate más amplio sobre el reparto de la solidaridad, un concepto que lleva mucho tiempo eludiendo los Estados miembros cuando se trata de reformas de la migración y el asilo en toda la UE.
Un documento interno de la Presidencia del 20 de octubre, visto por novedades24, propone 5.000 o 10.000 reubicaciones voluntarias al año.
Las cifras se ofrecieron como sugerencias para calibrar lo que los Estados de la UE están dispuestos a aceptar.
Este debate se enmarca en la revisión de las leyes de asilo y migración de la UE propuesta por la Comisión Europea en septiembre de 2020.
Tanto el Parlamento Europeo como el Consejo, que representan a los Estados miembros, esperan concluir los expedientes antes de las elecciones europeas de 2024.
Entre los expedientes legislativos clave de las reformas se encuentra el llamado Reglamento de Gestión de Asilo y Migración, que regula todo el marco.
Los checos quieren incluir en el reglamento el umbral mínimo de reubicación.
Según el plan checo, la Comisión Europea podría seguir proponiendo un objetivo de reubicación anual más elevado.
Pero la forma de calcular las llamadas contribuciones de solidaridad entre los Estados de la UE sigue siendo difícil de determinar.
Si las promesas de reubicación se quedan cortas, el Estado de la UE bajo presión puede activar otra opción.
Según las normas de Dublín, un Estado miembro puede trasladar a una persona al primer país de entrada, normalmente Grecia o Italia.
Si Grecia o Italia no obtuvieran suficientes compromisos de reubicación, podrían solicitar la correspondiente reducción de casos de Dublín.
“Esto trasladaría la responsabilidad a los Estados miembros que aportan solidaridad”, señala el documento.
Los niños que estén solos, así como los traslados relacionados con la familia, quedarían excluidos del ámbito de aplicación.
Esto difiere de los llamados patrocinios de retorno de la Comisión Europea, por los que un Estado de la UE podría ayudar a deportar a alguien en lugar de reubicar a un solicitante de asilo.
Las ideas de solidaridad se encuentran entre las muchas que han tratado de crear algún tipo de equilibrio con lo que la UE ha acuñado como responsabilidad flexible.
No está claro de inmediato si los Estados de la UE aceptarán la idea de la presidencia checa. En caso de que no lo hagan, corresponderá a la próxima presidencia de la UE, a cargo de Suecia, tratar de encontrar una solución.