Carolina Ortega 
La Presidencia checa de la UE quiere que los llamados compromisos de solidaridad de los Estados miembros sean secretos en lo que respecta a las normas de asilo de la UE.
Este deseo de secreto se detalla como parte de las propuestas de un documento interno de la UE con fecha del 29 de septiembre y se presentará y debatirá a finales de este mes entre los ministros de interior de la UE.
El secreto también pone de manifiesto los escollos políticos en materia de asilo, tras años de luchas intestinas entre los Estados de la UE sobre la mejor manera de dividir y repartir las llegadas de quienes buscan protección.
Los anteriores esfuerzos por revisar las leyes de asilo y migración de toda la UE se vieron frustrados por la resistencia de países contrarios a la inmigración, como Hungría.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, no hizo más que reiterar estas posiciones esta semana, en una conferencia de prensa conjunta con Austria y Serbia.
En el centro de la disputa está la reubicación, según la cual una persona que llega en barco a Italia, por ejemplo, sería enviada a otro lugar de la UE.
La última propuesta de la Comisión Europea, publicada en septiembre de 2020, ha intentado encontrar un punto intermedio entre la reubicación y otras formas de solidaridad.
Ahora, la presidencia checa de la UE ha presentado sus propias ideas, que se incorporarían al conjunto de propuestas de la Comisión Europea.
“El objetivo de la presidencia con este concepto es avanzar en los aspectos solidarios de la reforma”, señala el documento de 19 páginas.
El documento está salpicado de jerga comunitaria, incluyendo frases como “mecanismo de solidaridad obligatorio, pero flexible”.
En esencia, significa que los Estados de la UE tienen una amplia discreción sobre cómo ayudarse mutuamente, en caso de que lleguen muchas personas en busca de protección internacional.
Pero también significa que están obligados a aportar algún tipo de ayuda en momentos de necesidad.
Sin embargo, no se hará público cómo se concretan esas formas de ayuda, señala el periódico.
Fondo de solidaridad anual
El concepto checo se compone de un informe anual de gestión de la migración, una caja de herramientas permanente de apoyo a la migración de la UE, un fondo común de solidaridad anual y un foro de migración de la UE.
En primer lugar, el informe sería redactado anualmente por la Comisión Europea.
Su objetivo es proporcionar una herramienta de alerta temprana, ofrecer una previsión de las posibles llegadas irregulares y evaluar qué tipos de solidaridad serán probablemente necesarios para un Estado miembro concreto.
“El informe también podría incluir recomendaciones sobre las medidas concretas de solidaridad anual (y su escala numérica) necesarias para el año siguiente”, señala el documento.
Dichas recomendaciones tendrían que mantenerse en secreto, dice.
En segundo lugar, el documento también sugiere la creación de una caja de herramientas para los Estados de la UE.
Esta caja contendría una serie de respuestas para un Estado de la UE bajo presión migratoria.
Algunas de esas respuestas eximirían a los Estados de la UE de la legislación comunitaria en materia de asilo. La jerga de la UE describe esto como “responsabilidad flexible”.
En tercer lugar, el fondo común de solidaridad anual “serviría como principal herramienta de respuesta solidaria”, dice el documento.
Esto significa que los Estados de la UE se comprometerían a hacer contribuciones anuales. Estas promesas son obligatorias.
Y, por último, se organizaría un “foro de alto nivel de la UE sobre migración” en el marco de la reunión del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior (JAI) a finales de año.
“En este foro, los Estados miembros estarían obligados a comprometerse a contribuir al fondo común, teniendo en cuenta las recomendaciones de la Comisión incluidas en el informe”, dice el documento.
Esas contribuciones, además, se mantendrían en secreto, señalando que el “resultado de este ejercicio (el contenido del Pool anual) será adoptado por el Consejo JAI y no se hará público”.
El último esfuerzo se produce después de que el Parlamento Europeo y las próximas presidencias rotatorias de la UE se comprometieran a finalizar la revisión del asilo antes de las elecciones europeas de 2024.
Pero también siguen a los esfuerzos realizados por la presidencia francesa de la UE para conseguir apoyo para que los Estados de la UE reubiquen a los que llegan por primera vez, como Grecia, Italia y Chipre.
Consiguieron unos 9.000 compromisos, en lo que se calificó de histórico.
