El creciente número de cubanos, indios y turcos que llegan a través de Albania y Serbia para solicitar asilo en la UE ha hecho que se hable de suspender la exención de visados en los Balcanes Occidentales.
El hecho de que Serbia y Albania nunca hayan alineado completamente sus listas de exención de visado con la UE, a pesar de que ellos mismos disfrutan de la exención de visado para viajar al bloque “contribuye al creciente número de inmigrantes irregulares que entran en la UE a través de esta ruta”, advirtió la presidencia checa de la UE en un memorando interno fechado el martes (11 de octubre) y visto por novedades24.
“Los nacionales de Turquía, Túnez, India, Cuba y Burundi, en particular, entran legalmente (sin visado) por vía aérea en Serbia (y desde algunos de estos países también en Albania) y un número muy elevado se desplaza irregularmente hacia los Estados miembros de la UE”, decía la nota.
“Se trata de nacionalidades inusuales en la ruta y existe el riesgo de una tendencia creciente”, añadía.
El mayor número, con diferencia, sigue procediendo de Afganistán y Siria, con más de 60.000 intentos de entrada clandestina en la UE entre enero y agosto de este año, frente a los 51.000 de todo el año pasado.
Pero el número de personas que llegan a través de los Balcanes occidentales desde Burundi (259 en lo que va de año, frente a cero el año pasado) también aumentó considerablemente. También aumentó el número de cubanos (339 frente a 36), indios (4.469 frente a 557), tunecinos (5.777 frente a 842) y turcos (6.186 frente a 1.652).
“Los ciudadanos indios llegan de forma irregular a la UE casi exclusivamente por la ruta de los Balcanes occidentales. Lo mismo ocurre con los nacionales cubanos”, dice la nota checa.
“En cuanto a los tunecinos y turcos, las llegadas aumentan significativamente por la ruta de los Balcanes occidentales, mientras que se mantienen estables o disminuyen en otras rutas”, señalaba.
La tendencia estaba ejerciendo una nueva presión sobre los Estados vecinos de la UE, Austria, Croacia y Eslovenia. Hungría, que ha construido un muro contra los inmigrantes en su frontera, no fue mencionada.
Pero Croacia y Eslovenia, por ejemplo, que no vieron ni una sola solicitud de asilo de Burundi, Cuba o India el año pasado, tuvieron más de 1.700 en total en lo que va de año.
El documento checo esboza una serie de ideas para reducir las cifras.
Entre ellas se incluía la presión diplomática para que Albania y Serbia alinearan la exención de visados y acogieran a más inmigrantes irregulares. También incluían el envío de guardias fronterizos de la UE a los Estados de los Balcanes Occidentales y la presión a las compañías aéreas para que impidan los “abusos”.
Pero si todo lo demás fallaba, Praga, que ostenta la presidencia de la UE hasta finales de año, propuso suspender la exención de visados desde Albania y Serbia.
“En caso de que los esfuerzos diplomáticos fracasaran, la UE debe estar también preparada y considerar una lista de otras medidas que podrían utilizarse, incluso también en el contexto del mecanismo de suspensión de visados”, decía la nota.
El problema de los Balcanes Occidentales se produce siete años después de la llamada crisis migratoria de 2015, cuando más de un millón de refugiados entraron en la UE de forma irregular, la mayoría de ellos a través del sureste de Europa.
Esa cifra se vio empequeñecida por las secuelas de la guerra de Ucrania, ya que unos 4,31 millones de ucranianos obtuvieron “protección temporal” en la UE desde que Rusia la invadió en febrero.
Una nota separada de la presidencia checa de la UE, fechada el lunes, advertía de que unos 744.000 ucranianos que aún permanecen en el país probablemente abandonarán sus hogares este invierno debido a los daños en las infraestructuras de vivienda y calefacción.
Fatiga en Ucrania
Con temperaturas invernales normales en Ucrania de hasta 30 grados bajo cero, “la falta de alojamientos cálidos puede hacer que la gente se vaya a Europa y podría provocar una mayor afluencia de refugiados durante el periodo invernal”, decía la nota.
Pero al mismo tiempo, “muchos alojamientos temporales [in the EU] no son óptimos y la calefacción se está volviendo muy cara”, añadía.
“A los ciudadanos de la UE les puede resultar más difícil seguir proporcionando alojamiento temporal en sus propios hogares. Las perspectivas económicas negativas y el aumento de los precios de la energía no harán más que alentar estas decisiones”, dijo.
Los checos advirtieron que la fatiga de los refugiados de la UE se ve alimentada por los discursos de odio rusos y de extrema derecha en Internet.
“Para evitar que los desplazados ucranianos se conviertan en el grupo objetivo de la tensión social y de las reacciones abiertamente hostiles de los ciudadanos de la UE, los Estados miembros, con el apoyo de la [EU] Comisión tendrían que intensificar las campañas para contrarrestar la desinformación”, dijo.
En contraste con el fuerte enfoque en la reducción de las solicitudes de asilo de Cuba o más allá, los checos instaron a las capitales de la UE a mostrar amabilidad con los ucranianos.
Señaló que debería permitirse a la gente ir y venir a través de la frontera ucraniana,a medida que la marea de la guerra iba bajando y bajando, sin perder sus derechos de asilo en la UE.
Pero a unos 50.000 ucranianos en total a los que se les permitió inicialmente permanecer en Europa ya se les revocó su estatus por parte de varios Estados miembros, dijeron los checos.