La UE ha incluido en su lista negra al primer ministro de Malí en su lucha por mantener su influencia en la estratégica y rica región del Sahel, en África Occidental.
El bloque impuso el viernes (4 de febrero) la prohibición de viajar y la congelación de activos al primer ministro Choguel Maïga, afirmando que “a pesar de sus duras críticas anteriores a la militarización de la transición, pronto se convirtió en un celoso defensor de la junta maliense”.
Maïga también “decidió ignorar el cronograma adoptado anteriormente [schedule] de las reformas y las elecciones” al aceptar el aplazamiento de las votaciones presidenciales y parlamentarias, según la UE.
El último golpe de Estado en Malí tuvo lugar en mayo del año pasado, cuando las fuerzas armadas capturaron al presidente Ibrahim Boubacar Keïta e instalaron a un teniente coronel, Assimi Goïta, en su lugar.
La junta había prometido organizar elecciones para el 27 de febrero, pero posteriormente las pospuso hasta finales de 2025, lo que desencadenó las medidas propuestas por la UE, así como otras de mayor alcance por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), integrada por 15 miembros.
La lista negra de la UE incluye a Malick Diaw, presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), el organismo creado para normalizar el país tras un golpe de Estado anterior en 2020.
La UE calificó a Diaw de “miembro clave del círculo íntimo del coronel Assimi Goïta” y dijo que el CNT había contribuido a retrasar las elecciones y adoptado “proyectos de ley de amnistía” que absolvían a los líderes del golpe de cualquier delito.
La lista negra de la UE también incluye al coronel mayor Ismaël Wagué, ministro de reconciliación de la Junta, y a Ibrahim Ikassa Maïga, su ministro de refundación.
Y entre ellos está Adama Ben Diarra, “uno de los jóvenes líderes del M5-RFP (Mouvement du 5 Juin-Rassemblement des Forces Patriotiques), una coalición heterogénea de partidos y asociaciones que desempeñó un papel clave en el derrocamiento del presidente Keita”.
La UE dijo que los cinco hombres incluidos en la lista negra eran “responsables de amenazar la paz, la seguridad o la estabilidad de Malí”.
Señaló que Ben Diarra era también “el líder de Yéréwolo, uno de los movimientos prorrusos más ruidosos” en Malí.
Esta mención de Rusia por parte de la UE se produce después de que la junta firmara un contrato con Wagner, un grupo mercenario vinculado al Kremlin, que ya ha visto entrar en el país a varios cientos de combatientes rusos.
La UE tiene actualmente dos misiones de entrenamiento y asesoramiento militar en Malí -EUTM Malí y EUCAP Sahel Malí- diseñadas para ayudar al país a luchar contra la insurgencia yihadista en la región.
Los Estados de la UE también tienen soldados en las llamadas fuerzas internacionales Takuba y Minusma en la región del Sahel.
Pero la junta maliense, así como otros regímenes de la región, se han visto obligados a colaborar más estrechamente con el grupo ruso Wagner, aparentemente para ayudar a rechazar a los insurgentes yihadistas.
La lista negra de la UE omitió a Goïta, el líder golpista, así como a sus ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, para mantener el diálogo con el régimen.
Pero está por ver cómo reacciona Goïta a las nuevas medidas de la UE.
La semana pasada expulsó al embajador de Francia en Bamako, alegando que el ministro de Exteriores francés había hecho comentarios “hostiles y escandalosos” contra sus autoridades.
Goïta también expulsó recientemente a los soldados de las fuerzas especiales danesas vinculadas a la misión de Takuba, alegando que Dinamarca no había obtenido la debida autorización para desplegar a sus soldados en su territorio.
Al golpe de Estado de Malí le siguió otro en Burkina Faso la semana pasada y uno fallido en Guinea-Bissau esta semana, en lo que el presidente de la Cedeao, Nana Akufo-Addo, calificó de “tendencia peligrosa” al inicio de una cumbre de la Cedeao en Ghana el jueves, según la cadena francesa France24.
“Esta cumbre se centrará en las amenazas emergentes en nuestra región que se derivan de la injerencia militar en Malí y su influencia contagiosa en Guinea y Burkina Faso”, dijo Akufo-Addo.