El presidente del Comité Nacional Republicano, Ronna Romney McDaniel, se impuso con facilidad a la insurgente candidatura de un destacado conservador californiano.
Harmeet Dhillon, líder estatal del partido y abogada de San Francisco entre cuyos clientes se encuentra el expresidente Trump, fracasó en su intento de desbancar a McDaniel, en una votación 111-51 en la reunión de invierno del partido en un exuberante balneario de Dana Point.
“Hemos escuchado a las bases”, dijo McDaniel tras ganar la reelección, y añadió que también escucharon a los partidarios de Dhillon y del fundador de MyPillow, Mike Lindell, que recibió cuatro votos. “Con nosotros unidos y yendo todos juntos, los demócratas nos van a escuchar en 2024”.
Dhillon dijo que, aunque estaba decepcionada por el resultado, esperaba que el partido se tomara en serio las preocupaciones de los activistas de base que apoyaron su candidatura.
“Si volvemos a nuestras casas e ignoramos esos mensajes, creo que será por nuestra cuenta y riesgo”, dijo. “Me comprometo a sanar y a reunirme con la gente, pero al fin y al cabo, si se percibe que nuestro partido está totalmente desconectado de las bases, que es lo que creo que algunos pueden deducir de este resultado, tenemos trabajo que hacer”.
El RNC, un organismo insular que opera en gran medida fuera de la vista del público, está formado por 168 miembros del comité de todo el país que ejercen un notable poder político a la hora de dar forma a la agenda política del partido.
Aunque ahora a menudo usurpado por grupos políticos independientes bien financiados, el RNC es el brazo oficial de recaudación de fondos para los republicanos nacionales. En las elecciones presidenciales de 2020, gastó 834 millones de dólares, según la organización sin ánimo de lucro Center for Responsive Politics, que realiza un seguimiento de las finanzas electorales. El comité toma decisiones clave, como decidir dónde celebra el partido su convención de nominación presidencial y elaborar la plataforma del partido.
La batalla entre McDaniel y Dhillon, ambos firmes partidarios de Trump, no reflejó una división sobre el ex presidente, que ha anunciado que planea presentarse en 2024 y sigue siendo una fuerza influyente en la política de su partido. Trump se mantuvo públicamente neutral en la contienda entre las dos mujeres, con las que mantiene estrechos vínculos.
Más bien, la contienda por el liderazgo fue en gran medida un debate sobre el futuro del partido después de su mediocre actuación en las últimas elecciones: ser derrotado en las elecciones de mitad de mandato de 2018, perder la Casa Blanca en 2020 y su mísero desempeño en 2022, cuando la mayoría de los analistas predijeron una ola roja. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, de quien se espera ampliamente que se postule para presidente en 2024, señaló esas pérdidas cuando dijo que apreciaba el enfoque de Dhillon el jueves por la mañana.
“Creo que necesitamos un cambio, y creo que necesitamos sangre nueva en el RNC”, dijo en el programa de Charlie Kirk.
La contienda se ha agriado en las últimas semanas, con acusaciones de tratos subrepticios en la adjudicación de lucrativos contratos del RNC y nombramientos de comités, acusaciones sobre el carácter de los asesores de los candidatos y desagradables preguntas sobre la fe sij de Dhillon.