La UE apuesta por el gas como “verde” en medio de la preocupación por el suministro energético

La Comisión Europea desveló el miércoles (2 de febrero) sus planes para incluir el gas en sus nuevas directrices para una financiación limpia y sostenible, una medida que responde a los objetivos medioambientales del bloque y al dramático aumento de la preocupación por la seguridad energética.

La llamada taxonomía de la UE incluirá ciertas inversiones en gas y energía nuclear en la categoría de “actividades económicas de transición”.

  • La capacidad del presidente ruso Vladimir Putin para activar -y desactivar- los suministros de gas de Europa ha introducido otro elemento en la mezcla (Foto: kremlin.ru)

La Comisión ha insistido en que el gas tiene un papel fundamental en la transición ecológica. Pero la catalogación de este combustible fósil como actividad de transición se debe también a las intensas presiones de los Estados miembros de la UE y de la industria.

La Comisión sigue adelante con su plan a pesar de las críticas de una serie de grupos ecologistas y gestores de activos, además de los eurodiputados y algunos Estados miembros.

“Creemos que el gas tiene un papel porque se aleja de algo que es mucho peor”, explicó en una rueda de prensa la comisaria europea de Finanzas, Mairead McGuinness.

Se refería a la sustitución de las centrales eléctricas de carbón por alternativas relativamente más limpias como el gas natural.

Sin embargo, McGuinness reconoció los dilemas actuales de Europa a la hora de reconfigurar su forma de generar energía.

“Desde el aumento del precio de la energía, estamos manteniendo conversaciones quizás difíciles en los Estados miembros, pero no por ello menos esenciales, sobre nuestra combinación energética actual y todo el trabajo que debemos hacer para llegar a un lugar mucho mejor”, dijo McGuinness.

Las nuevas normas pueden ser “imperfectas”, pero son “una solución real”, añadió, sobre todo porque los Estados miembros de la UE se encuentran en distintas fases de transición hacia el uso de energías más limpias.

Victoria francesa para la energía nuclear

Junto con el gas natural, un segundo elemento polémico de la propuesta es la inclusión de la energía nuclear, que deja residuos peligrosos pero es respetuosa con el clima.

Francia, que genera la mayor parte de su energía a partir de la energía nuclear y construye y explota centrales nucleares, ha presionado para que se incluya la energía nuclear en la taxonomía.

La táctica francesa para conseguir la inclusión de la energía nuclear incluye aliarse con una coalición de gobiernos del sur y el este de Europa para defender el uso continuado del gas en su combinación energética.

Pero el compromiso actual no gusta a varios Estados miembros.

Austria, que se opone firmemente a la energía nuclear, y Luxemburgo, han amenazado con demandar a la Comisión por esa parte de la propuesta.

Mientras tanto, Dinamarca, Suecia y los Países Bajos se oponen firmemente a la etiqueta verde para el gas.

Sin embargo, la presión para mantener los grifos de gas abiertos ha aumentado en los reguladores de la UE desde que el fuerte aumento de los precios del gas y la electricidad desde el otoño disparó la preocupación por la seguridad energética de la UE.

Estas preocupaciones se han visto exacerbadas por las crecientes tensiones geopolíticas entre Ucrania y Rusia, que podrían llevar a Rusia a bloquear el suministro de gas a Europa.

En general, las importaciones de Rusia representan alrededor del 40% de la demanda de gas de la UE.

“El gas ruso es barato, ciertamente más barato que el gas natural licuado, pero también que el gas noruego”, dijo Christian Egenhofer, del think tank Centre for European Policy Studies (CEPS). “Y como ya hemos aprendido, los precios del gas importan”, añadió, en referencia a los precios récord de la energía registrados el año pasado.

Con los precios del mercado indicando que el gas podría ser una de las formas más caras de electricidad durante los próximos años, Europa haría mejor en dar un paso masivo en la generación renovable, según Charles Moore, del think tank de energía Ember.

¿Apoyando al caballo equivocado?

Europa, al facilitar el gas, “está apoyando al caballo perdedor”, dijo Moore.

Para aumentar la complejidad, Europa también seguiría haciendo negocios con un proveedor, Rusia, que tiene un historial de uso de sus suministros de gas como herramienta política y económica en las relaciones con otros países.

El Comisario de Comercio de la UE, Valdis Dombrovskis, expresó esta semana su preocupación por la “militarización” de los suministros de gas por parte de Rusia, señalando que “este problema… no es nuevo”.

La UE y Alemania siguen estudiando la posibilidad de autorizar el inicio de las entregas de Nord Stream 2, que aumentaría el suministro de gas ruso a la UE. La decisión sobre Nord Stream 2 se ha complicado aún más por la acumulación de tropas rusas a lo largo de la frontera ucraniana.

Para Egenhofer, del CEPS, las interrelaciones entre la UE y Rusia, como mayor proveedor de la UE de gas naturalgas, han tenido un precio: no poder imponer sanciones a Rusia sin perjudicarse.

“Existía la convicción de que la interdependencia ayuda a estabilizar las relaciones políticas. [But] la UE ha olvidado que la interdependencia reduce las opciones de política exterior”, dijo Egenhofer.

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